Menú

Canarias

Por qué la llegada de la lava al mar no será tan peligrosa como se esperaba

El jefe de los geólogos que vigilan el volcán de Cumbre Vieja explica en LD cómo ha sido ese contacto, que ha formado una pirámide de 50 metros.

El jefe de los geólogos que vigilan el volcán de Cumbre Vieja explica en LD cómo ha sido ese contacto, que ha formado una pirámide de 50 metros.

Después de 10 días de erupción, la lava del volcán de Cumbre Vieja ha llegado finalmente al mar. Lo hacía bien entrada la noche de este martes, formando a su llegada un "impresionante depósito" de más de 50 metros de altura, tal y como lo ha descrito el Instituto Español de Oceanografía.

Sus técnicos, que han sido testigos privilegiados de este espectáculo de la naturaleza, explican que el material magmático ha formado así una pirámide perfecta dorada rodeada de nubes blancas que contienen gases altamente tóxicos, pero que se están diluyendo rápidamente gracias a los vientos alisios.

Junto a la emisión del dióxido de azufre, que ya está siendo analizada por los expertos, preocupaba el fenómeno explosivo que pudiera producirse una vez que la lava entrase en contacto con el mar. "El agua se convertirá en cristales que serán como proyectiles", advertía a Libertad Digital Juan José Rueda, jefe de movimientos sísmicos del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

El agua gana la batalla a la lava

Sin embargo, su colega Stavros Meletlidis, el jefe de los geólogos que vigilaban y siguen vigilando sobre el terreno el volcán de La Palma, asegura que finalmente los efectos han sido mucho menores de lo que cabría esperar. "Cuando la lava llega al mar, el contacto rápido con algo muy frío genera una fracturación y esa fracturación provoca fragmentación de material y eyección de fragmentos balísticos, pero hay que entender que esto es un océano", explica en conversación con LD.

Y ahí, precisamente, está la clave para entender por qué no se ha producido ese "efecto catastrófico" que algunos vaticinaban: "No es un lago, no es un río. Hay agua suficiente para contrarrestar esos efectos. El agua tiene una proporción mucho mayor que la entrada de la colada y, por tanto, vence y los efectos son de menor escala".

Prudencia y paciencia

Meletlidis estaba al frente de la red de alerta en la isla y fue el primero en advertir de que el volcán entraría en erupción. Afincado en Tenerife, llegó a La Palma cinco días antes de que el Cumbre Vieja comenzase a rugir y a expulsar lava. Hoy, pide prudencia y paciencia a partes iguales.

"Ahora mismo no se puede saber cómo va a evolucionar a largo plazo. Yo no me atrevería, porque es un proceso muy complejo", insiste. La actividad se evalúa con los datos que van recibiendo prácticamente al minuto, por lo que es imposible saber cuál será el siguiente sobresalto o si queda poco para que la calma vuelva a la isla: "Hace dos días hemos tenido una pausa y muchos daban por terminada la erupción. Nosotros avisamos desde el principio de que estos cambios entran dentro de lo normal en una erupción volcánica, entonces hay que ser muy cautos".

De la misma forma, sigue pidiendo prudencia a los habitantes y turistas que se acercan a la isla para contemplar este fenómeno tan espectacular como destructivo a partes iguales. "Vienen aquí para ver un espectáculo de la naturaleza, pero tienen que tener en cuenta que ese espectáculo destroza vidas humanas", advierte en referencia a los miles de palmeros que han perdido su casa y su medio de vida. Por eso, Meletlidis pide "respeto" para los habitantes de la isla y que los curiosos traten de "no entorpecer la labor de los científicos ni de los dispositivos de Protección Civil".

Temas

En España

    0
    comentarios