Los científicos del CSIC llevan semanas desplegados en La Palma estudiando la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Sus equipos de drones consiguen acercarse a la boca del volcán como ningún otro, capturando con una gran nitidez la salida de la lava y trazando desde el aire el camino de destrucción de la colada hasta su desembocadura hasta el mar.