Desprende naturalidad y simpatía; tengo que reconocer que esta artista fue la gran estrella de la noche en la celebración del 40 aniversario del perfume "Eau de Rochas". La residencia del embajador de Francia fue el lugar elegido. Amaia Montero fue de las primeras en llegar y no sólo habló del perfume; en ningún momento tuvo el más mínimo problema cuando le preguntamos por su novio, Gonzalo Miró. Está feliz y admitió que hoy por hoy es el amor de su vida. También quiso dejar claro que todavía llevan muy poco tiempo saliendo y desmintió con rotundidad los rumores de boda, aunque no descarta que algún día sí pueda llegar.
Afirmó que no está acostumbrada a ser personaje de la prensa del corazón y que sus entrevistas siempre eran acerca de su carrera como cantante, pero no le importa nada y lo demuestra con una sencillez que ya podrían aprender muchas. Ya está metida en su próximo disco, el segundo en solitario, y de momento no ha compuesto ningún tema para su chico.
Acaban de volver de Nueva York de pasar unos días y contó una anécdota: pasaron por una juguetería, que es una de las más grandes del mundo, enfrente del hotel Plaza, vio un oso panda de peluche que le fascinó, y cuando estaban en el taxi ya camino del aeropuerto de regreso a España, Gonzalo bajó corriendo y se lo regaló. Comentó que casi no cabía en el coche y que cuando subieron al avión tuvo que sentarlo en el asiento de al lado, todo esto muerta de risa. Lo contaba con una ilusión desmesurada: "Yo también le hice un regalo, una cazadora que le gustó mucho". Están felices, y cuando les llegan rumores y comentarios acerca de crisis, se parten de risa y no le dan ninguna importancia. Además, quiso dejar claro que con Eugenia Martínez de Irujo, anterior novia de Gonzalo, se lleva muy bien, son amigas desde hace muchos años.
En esta ocasión, acudió sola porque el evento coincidía con un partido del Atlético de Madrid, y eso son palabras mayores. Dice que cuando pierde, mima y hace cariñitos a Gonzalo. "Así se le pasa antes", contó Amaia, que, "como buena vasca", es de la Real Sociedad, pero que ya se está convirtiendo, según dijo entre risas, en "colchonera". La cantante también reconoció que está pasando por uno de los mejores momentos de su vida desde el punto de vista profesional. Con su anterior disco, el primero en solitario, ha conseguido tres discos de platino.
La convocatoria estuvo estupenda. La imagen del perfume, Aitana Sánchez-Gijón, continúa su gira con la obra de teatro "Salvajes". También estuvieron Miriam Díaz- Aroca , feliz tras la reconciliación con su marido Wichy, y la tambien actriz Ana Turpin, novia de Ricardo Bofill, que fue la única, totalmente impropia, en ir de largo. Elegante como siempre fue Aline Griffith, Condesa de Romanones. Y también se dejó ver Mónica Hoyos, que ya ni habla de Cayetano Martínez de Irujo. Eso sí que fue un " quelque chose " y ya es historia.