El pasado mes de noviembre fallecía en Montecarlo uno de los últimos reyes del arte. Giuseppe Nahmad, más conocido como Joe Nahmad, había reunido a lo largo de su vida una de las mayores colecciones de arte de la historia. Formada por alrededor de 3.000 obras de arte, entre las que destacan 300 Picasso, lo que supone la colección más grande fuera de la familia del pintor. La colección, valorada según Forbes en 4.000 millones de dólares, se encuentra bajo protección en una nave de 1.400 metros cuadrados situada en una zona franca del aeropuerto de Ginebra.
Nahmad, que siempre trabajó rodeado de sus hermanos y sobrinos, se hizo multimillonario con el arte de la manera más sencilla, comprando barato y vendiendo caro. En palabras de Christopher Burge, presidente honorario de Christie's, nadie ha comprado y vendido tantas obras de arte como él. Una memoria privilegiada para retener información y su olfato le permitieron adelantarse a la tendencia del mercado comprando obras de periodos no tan cotizados, para que cuando esa corriente se recuperara, poder hacer caja. Creía en las obras importantes de periodos importantes, un Monet de 1873, un Miró de 1924.
Sefardita, nació en Alepo en 1932, en una familia con orígenes bancarios. En 1945 se movió a Beirut, y en 1957 abrió su primera galería en Milán. Su habilidad para hablar idiomas, unido a su saber hacer dentro de los círculos artísticos, le permitieron ir formando un stock de obras que poder mover por Europa aprovechando las diferencias de precio y divisas, en un tiempo en el que los mercados de arte se movían por marchantes locales y no por las grandes casas de subastas internacionales. Amante de los coches deportivos italianos en su juventud, tuvo una vida derrochadora y siempre de auténtico lujo, por la que se le llegó a conocer como Joe Farouk en referencia al dictador egipcio, en los últimos años vivía recluido en un hotel en Montecarlo.
Nadie ha intermediado tantas obras de arte aprovechando los ciclos económicos mundiales. Si en los 70 en una subasta de Sotheby´s sobre Kandinsky compró más de la mitad del lote, en los 80 vendía a granel obras a japoneses principalmente (a la galería Fuji de Tokyo entre otras), para durante los 90 recomprar gran parte de lo vendido cuando llegó la eterna crisis nipona. Una de sus grandes ventajas es que podía aguantar más tiempo que nadie sobre las obras. Entre sus mil ejemplos está la venta en 2007 de un retrato de Jacqueline (segunda esposa de Picasso) por $30.8 millones que había comprado por $2.5millones en 1995.
Nahmad fue criticado por parte del mundo del arte por su secretismo, por inflar el precio de artistas que poseía, algo que hacía como movimiento defensivo para que no se hundiese el valor de sus cuadros. Muchos galeristas veían en él a un despiadado especulador y a un regular pagador. Fue investigado por las autoridades debido a la naturaleza de sus operaciones en divisas, según un artículo que escribió Artnews sobre él en 1994. Jeffrey Detchey, director del Museo Contemporáneo de Arte de Los Ángeles lo definió como el mayor bróker de arte del mundo, alguien necesario para que el sistema funcionase.
El mundo del arte inevitablemente cambiará con la desaparición de Joe. No obstante, le sobreviven sus dos hermanos, Ezra y David, y dos sobrinos llamados igualmente Helly, que regentan galerías tanto en Mayfair como en Manhattan, a quienes les gusta más la publicidad que a sus tíos. Mientras tanto la colección, que por supuesto reúne obras clave de casi cualquier pintor moderno, se podrá observar en parte en una exposición en Montecarlo el próximo verano, la segunda que se realiza desde que en 2011 se hiciera una con el subtitulo de Miró, Monet y Matisse que enseñaba casi 100 obras en el Kunsthau de Zurich.