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Katy Mikhailova

¿El tope de la ‘fiebre Inditex’?

Da la impresión de que a ciertas personas la riqueza de Amancio les quita el sueño.

Da la impresión de que a ciertas personas la riqueza de Amancio les quita el sueño.

Los incendios en las fábricas de textil de Bangladesh que volvieron a darse en una de las plantas de la fábrica en enero de 2012 –falleciendo 12 personas- vuelve a ser, por desgracia, un centro de atención en la moda, y vuelve a salpicar a Inditex, como siempre. Da la impresión de que a ciertas personas la riqueza de Amancio les quita el sueño. Y es que, al parecer, se encontraron presuntas etiquetas de dos de sus marcas: Bershka y Lefties.

Prueba de que Inditex hace bien las cosas es que cuenta con oficinas de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) en Bangladesh, India, Turquía, China, Brasil, Marruecos y Portugal, controlando, a través de tales organismos, la explotación del menor, entre otras cosas.

Inditex, en el protocolo y código de conducta de la empresa, prohíbe a sus proveedores la subcontratación para evitar la mala imagen que le puede causar al grupo gallego.

Ahora bien, es difícil controlar 6.000 fábricas que emplean a millones de personas en todo el mundo, de ahí que el Imperio de Amancio haya firmado en 2007 un acuerdo con el sindicato Federación Internacional de Trabajadores de Textil, Vestimenta y Cuero. De hecho, este documento permite el control de todos los centros de producción en el extranjero por parte de más de 200 organizaciones afiliadas al sindicato mencionado en un total de 110 países. Un documento como este es único en toda la industria textil. Así, otro acuerdo firmado en 2011 posibilita a los sindicatos el control de los proveedores, pudiendo, además, ser partícipes en el desarrollo de la empresa, así como en la toma de iniciativas como la creación de cursos de formación para los empleados de las fábricas.

Y, en paralelo a esto, despierta mucha inestabilidad, lo qué está pasando en Inditex tras la noticia de los cierres previstos para febrero de 2013 de diferentes tiendas de Zara. De hecho, Inditex cierra una de las tiendas de Zara más antiguas, que cuenta con más de 30 años. Así, este sábado 16 de febrero el establecimiento más antiguo de Santiago pone fin a su trayectoria. A esto, se le suma el cierre de otras dos tiendas, Zara y Zara Home, en Zaragoza, en el centro comercial Plaza Imperial. El diario ABC apunta a que el final de muchas de las tiendas de la enseña estrella de Amancio forman parte de la reestructuración con la que está procediendo la empresa gallega. ¡No hay que alarmarse demasiado, porque Zara sigue contando con más de 6.000 tiendas en todo el mundo, en 85 mercados y en 5 continentes!

Aunque los hay que empiezan a dejar de invertir en esta empresa. Manual Jove, propietario de la compañía de inversiones Inveravante –que controla la firma Caramelo- ha decidido abandonar sus inversiones en Inditex a finales de 2012 mediante sus sociedades de inversión de capital variable –SICAVS-.

Inveravante, por tanto, saca sus inversiones de Inditex, así como de Acciona e Iberdrola, tal como apunta Europa Press, tras haber invertido en septiembre de 2011 una cantidad de 147.000 euros en la empresa. Mientras abandona unas empresas, esta compañía de inversiones se centra más en otras entidades españolas como Vocento, ArcerolMittal y Realia. En cuanto a la bolsa internacional, Inveravante tiene invertidos 2,14 millones, de los cuales 118.000 euros están invertidos en títulos de LVMH –propietarios de Louis Vuitton, Loewe, entre otras tantas marcas de lujo-.

Inditex ha ido bajando de los casi 110 euros a 103 euros por título. Sin embargo, mientras esté por encima de los 99,5 euros por acción no hay que alarmarse. Eso me aseguraron algunos expertos en bolsa de la red social www.bolsa.com. ¡Red social que, por cierto, les recomiendo a todos los interesados en temas bursátiles!

En cualquier caso el dinero es cobarde y huye a refugios en donde haya seguridad; valores que despiertan confianza como lo es Inditex –cuya expansión y beneficios no da lugar a dudas- resultan muy atractivos para el inversor. El gigante textil, por tanto, ha sido un rincón de refugio en tiempos de crisis, pero ya hay indicios de agotamiento. Así, se puede deducir que fue precisamente la crisis la que ha empujado a inversores a optar por empresas como Inditex, y, sin embargo, es posible que ahora esté renaciendo el apetito por el riesgo. ¿Ustedes qué opinan?

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