La baronesa tendrá que enfrentarse, con toda seguridad, a una nueva polémica con la familia del que fuera su segundo marido, el ya desaparecido Espartaco Santoni.
A Carmen nunca le gustó hablar de aquella fugaz relación, que tan solo duró un año, y que -afirma- fue un matrimonio que nunca existió, al ser bígamo Espartaco. Esas declaraciones a los hijos del venezolano les han sentado como un tiro, y han recurrido a los tribunales y han presentado una demanda por intromisión en el honor de su padre. Según Paula Santoni, en aquel entonces no se admitió a trámite, pero Tita dice lo contrario, y afirma que se celebró en el juzgado de Majadahonda y que se dictó sentencia a favor de ella.
Por su parte, la parte contraria recurrió a la Audiencia Provincial de Madrid, que volvió a dar la razón a Cervera, pero los hijos de Santoni no se rinden y han recurrido al Tribunal Supremo.
Parece ser que los abogados que llevan el caso de la baronesa están tranquilos, y piensan que por el mero hecho de que hayan admitido el recurso, no significa que vaya a prosperar.
El matrimonio duró tan solo un año. Carmen, cuando conoció al barón Thyssen y decidieron casarse, viajó a Nueva York, ciudad donde presuntamente contrajo matrimonio sin que en el juzgado donde se celebró esa boda ella constase como casada. El venezolano estaba casado con otra señora y Carmen no tuvo ningún problema para contraer matrimonio con el aristócrata.
Los hijos de Santoni están dispuestos a ir hasta donde sea necesario, porque aseguran que la memoria de su padre ha sido dañada y que no están por la labor de que ese tema se quede así. Defienden que su padre no fue bígamo y no están para nada de acuerdo con lo que asegura Carmen Cervera.
Las espadas están en alto, aunque la baronesa está muy tranquila, al menos aparentemente.