La expectación ha sido máxima, pero ya conocemos las imponentes fotografías realizadas en el Salón Gasparini del Palacio Real a los Reyes de España por la prestigiosa fotógrafa Annie Leibovitz, y que han salido a la luz nueve meses después de que se realizaran el pasado 7 de febrero.
Si bien son dos fotografías de Don Felipe y Doña Letizia, se trata de un gran díptico. Cada retrato tiene unas dimensiones de 223,52 cm. x 170,18 cm. Tal y como consta en la nota de prensa facilitada por el Banco de España, el trabajo ha sido impreso en Estados Unidos con tintas de secado UV sobre lienzo de poliéster imprimado. Dichos retratos, que fueron encargados a Annie Leibovitz en el año 2023, ya forman parte de la galería de retratos oficiales de la Colección del Banco de España que representa la historia de la institución desde su creación como Banco San Carlos en 1782 hasta el día de hoy.
Según ha contado Yolanda Romero, conservadora del Banco de España, Annie Leibovitz fotografió a los Reyes en el Palacio Real, con el edificio cerrado al público. La sesión duró desde las once de la mañana hasta las cinco de la tarde, y hubo un tiempo para comer. La Reina llegó un poco antes que el Rey y el ambiente fue distendido, ya que se conocían, y aunque la sesión fue intensa, también fue tranquila".
Leibovitz ha trabajado de forma "muy meticulosa , ha hecho muchas pruebas" y ha decidido todo el proceso de creación, "hasta los marcos". La cámara usada ha sido digital y está previsto que tanto ella como los Reyes visiten el Banco de España para ver estos retratos más adelante. También ha señalado que Annie Leibovitz pidió a los Reyes que vistieran de gala, pero fueron ellos los que decidieron qué prendas usar. La única condición que puso la entidad bancaria es que el traje elegido por doña Letizia no hubiera sido usado en ningún otro retrato oficial. Tal y como consta en el contrato, el coste de este trabajo ha sido 137.000 euros y los derechos de imagen son compartidos entre el Banco de España y Leibovitz.
Don Felipe, viste el uniforme de gran etiqueta de Capitán General del Ejército de Tierra, con guerrera azul marino de botones dorados, fajín rojo como jefe supremo de los Ejércitos. Asimismo, luce la insignia del Toisón de Oro con el vellocino, el collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III y sobre el pecho, la banda de seda azul celeste de esta misma orden, así como otras distinciones como la Gran Cruz al Mérito Militar, o la Gran Cruz al Mérito Naval. Posa con una de las manos apoyadas en la mesa redonda central que preside el Salón.
Doña Letizia posa en la zona del Salón Gasparini más cercana a los ventanales por donde entra la luz natural, posando de medio lado y con mirada sofisticada. Para esta ocasión, luce un un vestido negro largo, con escote palabra de honor con drapeados, con la zona de la falda en tul de Cristóbal Balenciaga, realizado en 1948. Una pieza vintage cedida por la Fundación Antoni de Montpalau que perteneció a la coleccionista y restauradora de arte Maria Junyent i Quinquer. Sobre sus brazos lleva una espectacular capa-echarpe fucsia, realizada en 1962 por Balenciaga para la condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert, quien encargó la capa para asistir como invitada en Atenas a la boda de los reyes Juan Carlos y Sofía.
Luce el pelo suelto, sin tiara ni condecoraciones, y como complementos, lleva los pendientes de chatones que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia y después a la reina Sofía, compuestas por un par de diamantes de talla orla montados en garra, rodeados de piedras más pequeñas. También lleva el collar de chatones realizado por Ansorena, y que fue un regalo de bodas a su mujer Victoria Eugenia, y que Doña Letizia estrenó como reina en 2019 durante la entronización de Naruhito de Japón. También luce el anillo de Coreterno que lleva grabado en su interior : "Amor che tutto move (El amor todo lo mueve), inspirada en la última frase de La divina Comedia de Dante.
Estas imágenes podrán ser visitadas por el público ya que forman parte de la exposición La tiranía de Cronos, donde también se podrán observar una selección de relojes y otras obras de la Colección, que cuestionan y transgreden la concepción hegemónica del tiempo en las sociedades capitalistas. Cuando finalice esta muestra, a finales de marzo, los retratos pasarán a la Sala del Consejo de Gobierno del Banco de España.
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