El deterioro de la salud del rey de Marruecos Mohamed VI es motivo de conversación desde el año pasado en la prensa internacional. La sarcoidosis, enfermedad que padece desde hace años, ha afectado a su cuerpo de forma rápida y los actos públicos del monarca se redujeron considerablemente. Se trata de un trastorno del sistema inmunitario que afecta en particular a los pulmones y los ganglios linfáticos y produce dolores respiratorios, pérdida de peso y fatiga.
En un intento por acallar los comentarios sobre su frágil salud, Mohamed VI reapareció visiblemente recuperado en París dando un paseo junto a sus hijos, el príncipe heredero Moulay El Hassan y la princesa Lalla Khadija. En las imágenes que circulan por las redes sociales vemos a los tres felices y sonrientes mientras se toman una fotografía con el móvil, charlan animadamente acompañados por un amplio dispositivo de seguridad o el orgulloso padre coloca la bufanda a su hija pequeña.
La atención se la han llevado los pantalones vaqueros del monarca de 61 años. Se trata de un moderno diseño de la firma Who Decides War valorados en más de 1.600 euros en color gris, efecto desgastado y rasgado, con parches y en forma de misiles. Completó su look con una americana azul y un jersey de cuello alto del mismo color.
🇲🇦🇫🇷| Le Roi Mohammed VI en balade familiale à Paris avec ses enfants, Moulay Hassan et Lalla Khadija pic.twitter.com/m7UWxqVZzo
— Morocco Intelligence (@MoroccoIntel) November 26, 2024
El monarca pasa gran parte del año instalado en el palacete que posee en la capital francesa, rodeado de lujos y muy alejado de los problemas de su pueblo. El comportamiento de Mohamed VI ha sido criticado en numerosas ocasiones, especialmente en 2020 cuando en mitad de una crisis sanitaria y económica por la pandemia del covid-19 y un día un día antes de pedir a su país un "esfuerzo", se filtró que había adquirido el palacete de París por aproximadamente 80 millones de euros.
Antes de pasar a manos del monarca marroquí perteneció a Khaled bin Sultan bin Abdulaziz al Saoud, un miembro de la familia real de Arabia Saudí que la vendió a la inmobiliaria francesa SCI Deschanel, de la que Mohamed VI es dueño de un 99,99%, tal y como contó entonces Africa Ingelligence. El interior de la propiedad, construida en 1920, es todo un misterio, aunque se conoce que sus más de 1.000 metros cuadrados están distribuidos entre dormitorios, baños, cocina, varios salones y salas comunes, y un jardín privado que con vistas a la explanada de Champ-de-Mars.