Los reyes Carlos y Camilla, que se encuentran de visita de Estado en Italia, fueron recibidos por el papa Francisco en una visita privada a la Casa Santa Marta, donde el Pontífice continúa su convalecencia después de permanecer ingresado cinco semanas en el Hospital Gemelli por una neumonía bilaterial. El papa, además, ha aparecido sin las cánulas nasales de oxígeno.
Un encuentro que se había cancelado a causa de los problemas de salud del Pontífice, pero que finalmente se ha producido, de forma privada. Tal y como ha confirmado la Oficina de Prensa de la Santa Sede: "El Papa Francisco se ha reunido esta tarde en privado con Sus Majestades, el Rey Carlos y la Reina Camilla. Durante el encuentro, el Papa ha expresado sus mejores deseos a Sus Majestades con motivo de su aniversario de boda y ha correspondido a los deseos de Su Majestad de una pronta recuperación de su salud" en referencia al estado de salud del Rey, en tratamiento contra el cáncer y hospitalizado a finales de marzo debido a los efectos secundarios del tratamiento.
Si bien el Palacio de Buckingham había anunciado un encuentro oficial con el Papa a principios de marzo con motivo de la visita de Estado a Italia, finalmente se canceló debido a razones relacionadas con su convalecencia. Finalmente se han podido reunir durante 20 minutos: "Sus Majestades estaban encantados de que el Papa estuviera lo suficientemente bien como para recibirlos y de haber tenido la oportunidad de compartir sus mejores deseos en persona", rezaba el comunicado.
No ha sido el primer encuentro entre Francisco y Carlos de Inglaterra ya que que habían coincido en octubre de 2019 con motivo de la ceremonia de canonización del cardenal san John Henry Newman, el primer británico proclamado santo desde hacía más de cuarenta años y por la que, el por entonces príncipe de Gales, además de encontrarse con Francisco escribió un artículo en L'Osservatore Romano en el que calificaba el acontecimiento de "motivo de celebración no solo en el Reino Unido y no solo para los católicos, sino también para todos aquellos que aprecian los valores que lo inspiraron". Este ha sido el primer encuentro desde que Carlos III es rey y, además, gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, y por la que los dos han vestido con el protocolario color negro.
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