Los duques de Palma ultiman la mudanza de su residencia del palacete de Pedralbes. Iñaki Urdangarín y su mujer la infanta Cristina están terminando de sacar las pertenencias del Palacete de Pedralbes del que se mudarán en los próximos días.
Si no se abona esta cantidad se procederá al embargo de todos los bienes de los acusados, entre los que se incluiría el palacete de Pedralbes, en lo que sería un episodio más de la progresiva caída en desgracia del duque. El sindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular a través de la abogada Virginia López, se suma a la petición del fiscal y también reclama la misma cantidad económica, así como el embargo de los bienes.
En su residencia de Pedralbes, en la que han residido entre los años 2006 y 2009, y más recientemente a su regreso de Washington, camiones de mudanza y cajas inundan los alrededores de la vivienda. Al parecer y tal y como publica Chance de Europa Press, la infanta Cristina y su marido estarían barajando trasladarse a un piso situado en el mismo barrio de Pedralbes, en cuyo caso los niños podrán seguir manteniendo el contacto con sus amistades.
Lo que está claro es que la familia iniciará su nueva etapa en un inmueble situado en una calle de doble dirección, por motivos de seguridad, y que se ajuste algo más a su nivel de ingresos y a su situación actual, no poco complicada debido al juicio que se está celebrando. De hecho, Iñaki Urdangarín dedica gran parte de las horas del día a reunirse con su abogado, Mario Pascual Vives, con el fin de preparar su estrategia de defensa, una actividad intensiva. Precisamente un día más acudió al domicilio de los duques de Palma.
El abogado de Iñaki Urdangarín se reunió con su cliente en su domicilio de Barcelona y aseguró que, por el momento, no ha recibido la notificación de la petición fiscal de una fianza de 8,2 millones para su defendido y su exsocio Diego Torres.
El letrado aseguró que su reunión con Urdangarin había ido "bien", aunque declinó hacer comentario alguno sobre el contenido del encuentro porque se trata, ha dicho, de "conversaciones privadas". Al ser preguntado por si había recibido la notificación de la petición fiscal indicó: "No, no la tengo".
En definitiva, Iñaki y Cristina intentan guardar una imagen de austeridad y discreción ahora que Iñaki está en el centro de huracán con las novedades relacionadas con su imputación en el Caso Noòs.