Malos momentos para la popular periodista Sara Carbonero. La joven acaba de perder a su octogenaria abuela paterna, Presentación García, a la que estaba muy unida.
Por eso, Carbonero tuvo que desplazarse hasta la localidad de Corral de Almaguer, en Toledo, para darle el último adiós a la anciana. Allí estuvo en todo momento acompañada de familia y amigos.
Este año, Sara Carbonero ha tenido que sufrir dos pérdidas, ya que también murió su abuelo, Santos Arévalo, el pasado verano, durante la Eurocopa de fútbol que se celebraba en Kiev. Sara tuvo entonces que regresar a toda prisa de Ucrania para poder despedirlo.
La periodista y presentadora ha tenido en ambas ocasiones el apoyo incondicional de su pareja, el portero Iker Casillas, que aunque no pudo acompañar a Carbonero en tan duro trance, no se separó de ella al día siguiente.
"Soy feliz"
La presentadora, no obstante, no puede pedirle más a la vida. Tal y como reconoce en ¡Hola!, "sería egoísta pedir más a la vida... Soy feliz". Y se muestra, también, sorprendida de que se haya convertido en un "icono de estilo". "Lógicamente, hay personas a las que les gustas y otras que no. Pero es bonito cuando las niñas más pequeñas imitan tu estilo y te preguntan con cariño".
Asegura que no parar quieta le ayuda: "La tele, escribir los fines de semana, la colaboración con Televisa... No me queda tiempo para mucho, pero soy feliz así... la cuestión es organizarse". Tal y como atestigua su actividad en Twitter, la joven tiene tiempo para todo.
Carbonero e Iker Casillas se encuentran, según leemos en la revista, ultimando su mudanza a La Finca, una de las urbanizaciones más lujosas de Madrid. La joven pareja está inmersa en el traslado a Somosaguas dispuesta a empezar una nueva vida.