El duque de Palma Iñaki Urdangarin cumple 45 años el mismo día que presenta las alegaciones contra la fianza que el juez impuso al duque de Palma y a su ex socio Diego Torres, de ocho millones de euros.
Mario Pascual Vives, su abogado, ha presentado un escrito de alegaciones en el que se opone a la fianza de 8,1 millones de euros que le exige la Fiscalía, argumentando que los contratos del Instituto Nóos eran correctos y, por lo tanto, su cliente no ha cometido delito alguno. El caso ha vivido esta semana su última vuelta de tuerca con la implicación de la amiga del Rey en el caso, según la declaración de Torres.
En declaraciones a los periodistas, el letrado ha resumido así el contenido de las alegaciones que ha presentado contra la petición de la Fiscalía y las acusaciones de que el juez imponga una fianza al duque de Palma para cubrir posibles responsabilidades económicas derivadas de la causa abierta por el desvío de fondos del Instituto Nóos.
Una triste coincidencia, la de las alegaciones y su cumpleaños, que refleja el momento amargo que atraviesa el duque. Un día que debería de ser alegre y de celebración pero que contrasta con la realidad a la que se enfrenta Urdangarin debido a la pieza separada del caso Palma Arena.
Con un aspecto muy desmejorado y triste, semblante arrugado, una alopecia visible y compungido, Iñaki Urdangarin ha permanecido estos días encerrado en su casa y en un día tan señalado como el presente, ha sido la infanta Cristina, con quien contrajo matrimonio el 3 de mayo de 1997, quien ha llevado a sus hijos al colegio.
Urdangarin no ha acompañado a su mujer para evitar así a todos los medios, aunque su matrimonio sigue viento en popa pese a los rumores de crisis. El caso Nóos, que ha minado la credibilidad de la monarquía, se ha convertido en uno de los principales escándalos del año. Urdangarin, diplomado en Empresariales y licenciado en administración y dirección de empresas, vive desde finales de 2011 sus peores momentos.
El abogado de Urdangarin ha agregado también que no le consta que, por el momento, haya algún comprador interesado en adquirir el palacete que los duques de Palma poseen en Barcelona, que el matrimonio ha puesto a la venta.