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Felipe y Letizia, con el enemigo en casa

Los príncipes de Asturias siguen unidos pese a la tormenta de polémicas, exabruptos y desprestigio que rodea la institución.

Los príncipes de Asturias siguen unidos pese a la tormenta de polémicas, exabruptos y desprestigio que rodea la institución.
Felipe y Letizia | Efe

Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, siguen siendo portada en los medios. Pese a la cadena de escándalos y declaraciones polémicas en la que vive inmersa la institución, el matrimonio permanece unido frente a la adversidad y también, a su pesar, a sus respectivas familias, convertidas ahora -en cierto modo- en su peor enemigo. Los constantes escándalos de Urdangarín, la conducta errática del propio monarca, por no mencionar el frente judicial abierto también en la familia de Letizia, han llevado al matrimonio a estar más unido que nunca, a hacer piña para que tanto su vida personal, ya sea como padres y esposos, como institucional, salga airosa del trance.

De la reciente reducción de presupuesto de la institución, que repercute sobre todo en la figura de Letizia y la Reina, y la disminución de su presencia en actos oficiales, viene uno de las principales polémicas que han afectado a la figura de la princesa: debido a esta reducción de trabajo, Letizia ha tenido tiempo para afrontar una serie de viajes privados que ella y su equipo se ocupan de mantener bajo el más estricto secretismo.

La próxima fecha clave para el matrimonio de los príncipes es el 30 de enero, cuando don Felipe cumple 45 años. Es la primera vez que Felipe supera el Rey en popularidad, un dato que no deja de resultar relevante en un momento en el que la relación de éste con Corinna todavía colea en la prensa, ramificaciones judiciales incluidas.

Don Felipe aprueba, mientras tanto, la menor dedicación de su esposa, ya que tanto eso como esa necesidad de privacidad es necesario para la felicidad de su esposa. Además, permite a la Princesa dedicarse más a las infantas. Hay quien ha querido ver un cisma o crisis entre ellos, pero lo cierto es que la pareja gusta de planear cosas en compañía.

Frente a ellos, las numerosas polémicas que asolan a la Familia Real. En primer lugar, por supuesto, los problemas judiciales de Iñaki Urdangarín, que tiene que volver a declarar mientras otros miembros de su familia, como Jan Gui Urdangarín, han tenido que testificar también. Se le acusa de tres nuevos delitos fiscales y de un presunto fraude de 470.000 euros en los ejercicios de 2007 y 2008. La situación se va complicando y no tiene visos de mejorar.

Como extensión de lo anterior, si bien a otra escala, hay que mencionar que el marido de Alexia de Grecia, sobrina de la reina Sofía y muy amiga de las infantas y el príncipe, también está sentado en el banquillo debido a la licencia de su chalet rural en Yaiza.

Tampoco podemos obviar el caso de las fotografías de la primera boda de Letizia. Un familiar de Alonso Guerrero, su ex, ha pedido nada menos que 600.000 euros por las imágenes del enlace, que Letizia siempre se ocupó de guardar a buen recaudo. El exsuegro de la princesa ha desmentido que estén detrás de la cara exclusiva. Otro caso es el de Amelia del Valle, prima hermana de Jesús Ortiz, que habría disgustado a Letizia apareciendo en Sálvame Deluxe para descartarse como culpable.

A la Familia Real se le acumulan los exabruptos o declaraciones con potencial polémico provenientes de satélites del grupo. Es el caso de Luis Alfonso de Borbón, primo de Felipe, que criticó en su web la reciente ley del Gobierno de Hollande para regular el matrimonio homosexual. O el de Henar Ortiz y sus declaraciones antimonárquicas en Twitter, mostrando su descontento contra los recortes y la situación con la Familia Real a la que pertenece la propia Letizia. 

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