Carmen Lomana protagoniza en la revista Pocapasta una entrevista en la que no deja títere con cabeza. Para empezar, Lomana arremete contra los estereotipos en torno a su propia imagen, "cansada de la sordidez de quienes me echan en cara lo que ellos imaginan que es mi vida, me aborrecen porque creen que tengo una existencia confortable".
Lomana asegura que "consume", pero alega que "si los que podemos no lo hiciéramos, en vez de siete millones de parados habría diez", y además, "jamás" hace "ostentación de nada".
La entrevista pronto adquiere tintes políticos. Lejos de adscribirse a algún partido, Lomana arremete duramente contra todos. "El gobierno ha abandonado a los ciudadanos, no ha tomado ni una sola medida para dinamizar la economía, para generar riqueza. Sus movimientos han ido encaminados a presionar a los españoles: asustar y recortar, bajar sueldos, subir precios, aumentar la presión fiscal... están aprovechando la crisis para desmontar el estado del bienestar con la excusa de que no hay dinero", asegura Lomana
La colaboradora televisiva suspende al Gobierno pero también a las administraciones, porque "España no puede mantener 17 autonomías y cientos de ayuntamientos sin control". Y pone como ejemplo las instalaciones abandonadas de la Expo de Zaragoza, "un complejo que costó millones de euros (...) Esa ha sido la pauta de actuación general. Lapidar un dinero que no les pertenecía".
El descontento de Lomana va más allá en la revista Pocapasta. "Tras la debacle de las cajas de ahorro, sólo se tapan agujeros, de nuevo con nuestro dinero, pero responsabilidades, ni una ¿Sería mucho pedir que el gobernador del Banco de España se sentase en el banquillo para dar explicaciones?", se pregunta la famosa colaboradora de TVE.
Y es que, por sus palabras, Carmen Lomana parece ser la primera afectada por la crisis: "Me parece gravísimo que se esté recortando en sanidad y educación con la excusa de la crisis. Al gobierno le viene muy bien la coyuntura económica para desmantelarlos".
"Soy y me siento española, pero si pudiera marcharme de este país, lo haría. No me gusta la deriva que está tomando", asegura en otro momento de la entrevista.
Contra el nacionalismo catalán
Lomana arremete a continuación contra el nacionalismo catalán. Tras matizar que "adora Cataluña", asegura que debe "permanecer dentro de España". "El momento del nacionalismo catalán tiene mucho que ver con la crisis. La ruina de Cataluña es el resultado de la pésima gestión de CiU y otras fuerzas políticas que han gobernado a los catalanes y, en ocasiones, jugando sucio".
La razón de la existencia del nacionalismo, explica, es que "a la gente le resulta cómodo", ya que "identifican a un enemigo y se lanzan sobre él: ninguna semilla germina tan rápido como el del nacionalismo extremo".
La culpa es de los políticos que lo utilizan y también de la "debilidad del gobierno de España, de éste y de los anteriores. Hay muchos papanatas que se apuntan a un bombardeo porque no hay conciencia de nación ni cultura histórica". Una asignatura pendiente que tienen nuestro gobernantes, "fomentar ese espíritu patriótico", algo que lograría empezando por "repasar nuestra historia".
Sobre la Casa Real
Lomana no duda tampoco en tocar los sucesivos escándalos que han afectado a la imagen y el valor de la monarquía. "Da la impresión de que la Casa Real está siendo gobernada por un grupo de republicanos recalcitrantes. Todos los gestos de la monarquía en el último año han jugado en su contra. ¿Qué es eso de que Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, espere y salude a Iñaki Urdangarín a la puerta del hospital cuando éste fue a "visitar" a su suegro? ¿No se dan cuenta de la alarma social que crea esa imagen de impunidad?", se pregunta Lomana
"Si el Rey habla, que lo haga para llegar a la gente, sino, que no hable, que no dé entrevistas en las que solo dice vaguedades, como la de Hermida".