Elia Rodríguez ha entrevistado a José García Abad, autor de Don Juan. Náufrago de su destino, un libro en el que se analiza la figura del padre del Rey de una manera entretenida e informativa. El veterano periodista de Diario 16, y autor de otros volúmenes sobre figuras como Adolfo Suárez o Felipe González reveló que “ya en los últimos momentos de su vida don Juan estaba preocupado con algunas cosas que pasaban con España”.
Abad se refirió en los micrófonos de Es la mañana del fin de semana a muchos de los episodios narrados en el libro sobre “desencuentros con su hijo,el rey don Juan Carlos, ya que -como el propio don Juan decía, su figura “era una finca que todos querían alquilar”. Abad también habló de aspectos personales de la figura de don Juan, como su vocación de marino, y también de los aspectos políticos, de sus quejas de “cómo primero la República, luego Franco y luego su padre Alfonso XIII frustraron su verdadera carrera”.
El libro también trata la figura del padre del Rey como un personaje con “caracteres legendarios o de tragedia griega, porque fue hijo de Rey, padre de Rey, pero él solo fue Rey después de muerto. Pensaba que en vida fue un problema y que su muerte también lo sería. Como no había reinado no tenia derecho a estar en el mausoleo de El Escorial. Pero el rey decidió enterrarlo allí”, dijo Abad en Es la mañana del fin de semana con Elia Rodríguez.
Además, don Juan tuvo que enfrentarse a la trágica “muerte de un hijo y a una esposa alcoholizada”. Algo que también derivó en el conocido “semblante triste” de don Juan Carlos, porque había ahí tanto un “resentimiento del padre hacia el hijo y una queja del hijo respecto al padre. Don Juan Carlos se quejaba de que ni siquiera acudió a su nacimiento, porque se fue de caza y dijo que le avisaran sólo si era chico”. Por eso, “ya de muy pequeño le mandó a estudiar en el extranjero y vivieron separados". Este es el motivo por el que según Abad, “don Juan Carlos tiene un recuerdo triste”.
El trágico accidente
A todo ello se añade la muerte de Alfonsito, hermano del Rey, en el “trágico accidente” con una pistola. “He podido hablar con gente que estaba allí, en Estoril, en ese momento trágico. Alfonsito, el hermano más pequeño, le dijo a don Juan Carlos que cogieran la pistola de papá, regalada por Franco a don Juan, cerrada en un armario con llave. Llovía, estaban aburridos, y le dice a la madre que le deje la pistola, y empiezan a jugar con ella. Don Juan Carlos no se dio cuenta de que estaba cargada y dispara".
"La bala -según comentó Abad en Es la mañana del fin de semana- hizo un recorrido extrañísimo y se clavó en la cabeza del pequeño, provocando su muerte".
La vida de don Juan, además, estuvo afectada por muchas otras paradojas políticas. Tal como comentó Abad a Elia Rodríguez, “cuando murió Franco los constituyentes se sintieron más cómodos con el Rey que pone Franco que con el Rey que había luchado contra él”. Se sucedieron entonces “dos años con dos reyes, uno legítimo y otro de hecho y derecho, pero en la que había dos cortes”.
El periodista y escritor también mencionó en esRadio la “enemistad importante con Adolfo Suárez”, citando una anécdota con “don Juan en Zarzuela con su hijo y Suárez, en la que Suárez dijo que no quedaba nada de Franco y don Juan saltó y dijo que sí, que quedaban ellos”. En todo caso, el padre del Rey siempre vivió molesto por ello, hecho que se volvió a demostrar “cuando renunció a sus derechos porque veía que las cosas estaban encarriladas hacia una democracia real, pero estaba molesto porque la renuncia se hizo de tapadillo. Quería renunciar a su derecho histórico con el gobierno en pleno, y casi querían que se hiciera por carta”.
La monarquía, ahora
Abad también fue muy duro con el estado actual de la monarquía, afectada por numerosos escándalos relativos al Rey o Urdangarín. “Si don Juan levantara la cabeza, vería que está pasando por el peor momento y la institución se está jugando su futuro. No hay ya apenas monárquicos. La monarquía está herida de muerte”, aseguró en esRadio.
No obstante, y pese a la tesitura actual, “añadir un nuevo factor de inestabilidad es indeseable”. Tal y como comentó Abad, “los americanos tienen el dicho de que no arregles lo que funciona. Si las cosas funcionan, asumir el riesgo de pasar de la monarquía a la república es para pensárselo”. No obstante, aseguró, “tienen que funcionar”.