Con los precios a los que se paga el metro cuadrado en nuestro país, las casas que se construyen vienen siendo más pequeñas desde el inicio de los 2000. Varias comunidades autónomas superan los 200 euros el metro cuadrado. Esto provoca no disponer del espacio suficiente para ubicar las pertenencias que vamos acumulando a lo largo de los años, haciendo que tengamos que deshacernos de objetos, no podamos adquirir otros o contratemos trasteros adicionales, lo que supone más gastos.
Con imaginación y buen gusto tenemos la posibilidad de reubicar y redistribuir la decoración de los hogares para aprovechar espacios muertos o lugares donde nunca pensaríamos en colocar un ordenador, una cama, una estantería o una lámpara.
El primer consejo que presentamos es utilizar las paredes. Los avances tecnológicos han permitido hacer pantallas de ordenador y de televisión extraplanas, de apenas 5 y 10 centímetros. Si las colgamos en la pared, ahorraremos espacio ya sea en la mesa del escritorio, en el mueble del salón, en la cocina si tenemos tele, en la habitación o en la terraza. Y es que, los muebles de televisión para cocinas o terrazas suelen ser aparatosos y con ruedas para poderlas desplazar. A parte, existen muchos tipos de lámparas y elementos de iluminación que pueden colgarse en las paredes y embellecen las estancias al tiempo de ahorrar espacio en lámpara de pie.
La segunda consigna va dirigida al uso de los espacios huecos. Cada día más, podemos encontrar muebles con lugar para guardar cosas, como por ejemplo las mesitas de centro, los canapés y los cabeceros de las camas o sofás con cajoneras. A la hora de comprar muebles podemos tener en cuenta estas características para almacenar ropa, objetos o lo que deseemos. Otro espacio hueco que cada vez se utiliza más, son los huecos de las escaleras. En las viviendas dúplex o unifamiliares de dos pisos es común que esté libre el hueco de la escalera, para tenerlo aseado y darle buen uso podemos convertirlo en una librería (y así también, liberamos de libros el salón o el despacho), en una despensa, en un mueble de ropa de baño y cama o en un armario para colgar los abrigos, guardar los paraguas y los zapatos.
La tercera idea es algo más atrevida y revolucionaria, está indicada para habitaciones de tamaño reducido. Se trata de elevar la cama, ya sea permanente con una estructura tipo litera o de manera móvil con unas guías en la pared que suba y baje la cama, para dejar lugar a un escritorio. Es una forma de aprovechar los espacios del techo dejando libre el suelo y puede ser muy útil para habitaciones de niños, donde se gane espacio para un área de estudio. También, las zonas de estudio pueden ser plegables o móviles, desplegándose cuando vayan a ser utilizadas y ahorrando espacio cuando no se haga uso de ellas. Podemos colgar en las paredes pupitres desplegables o convertir armarios que no usemos en pequeños escritorios y librerías.
Con buen criterio y buenas ideas podemos hacer de nuestro hogar un lugar más espacioso y confortable, ahorrando en trasteros o empresas de almacenaje, tan típicas hoy en los polígonos industriales, y muy conocidas en las películas americanas.