El portero Diego López, convertido ahora en titular del equipo tras la lesión de Iker Casillas el pasado 23 de enero, busca junto a su esposa Iria Otero una casa en la capital madrileña.
El gallego, que ya militó en las categorías inferiores del club, residía con Iria y su hija pequeña en Sevilla, ya que era portero suplente del Sevilla.
Ahora, una vez fichado, en lugar de irse a las afueras de Madrid junto a otros futbolistas como el propio Iker, que ahora reside en La Finca, ha sido fotografiado mirando varias casas en el centro de la ciudad.
El portero tiene contrato hasta el año 2017, aunque tal y como informa Diez Minutos, la baja de Casillas acabará en unas semanas.
Nada de eso fue inconveniente para que el gallego, de 31 años, busque piso en la capital. Con su pequeña hija Zoe en brazos, Diego entraba y salía de los distintos edificios ajeno a la mirada de las cámaras.