Hace unos días la costarricense reclamaba la libertad para el presidente de Honor del Real Madrid, Alfredo Di Stéfano, ya que aseguraba que los hijos le tenían aislado de todo y todos. Ahora sólo quiere que le dejen verle aunque sólo sea unos días a la semana.
González subrayó a su paso por el programa Espejo Público que, no obstante, está profundamente enamorada del hombre con el que se lleva 50 años, dado que ella tiene 36 y él 86 años. Gina habló en los platós sobre el difícil momento que está atravesando el exfutbolista y ella misma, y que está "dispuesta a no casarme con tal de estar con él, ver un partido de fútbol, comer juntos, reírnos... verle y estar con él".
Di Estefano quería casarse y formalizar así su relación y demostrar el amor que siente hacia Gina, según ella porque "era el único remedio para evitar que nos separaran". No obstante –dijo- "ahora que ya estamos separados estaría dispuesta a renunciar si le pudiera ver aunque fuera tres días a la semana".
A los hijos de astro del fútbol "les diría que el sentimiento sigue siendo fuerte así se lo lleven a la Patagonia o donde sea, porque han sido 6 años de comprensión, ternura, amor..." ha declarado al programa de Antena 3. El abandonar la lucha no está en sus planes, "le quiero de verdad, no por interés, y nadie lo va a poder romper".