Mucho se ha escrito sobre la nueva vida de la infanta Cristina, después de que las silenciosas maniobras del Rey Juan Carlos con su amigo personal, el Aga Khan, cristalizasen en un nuevo empleo para la polémica hija del monarca.
Tras un año de polémicas y titulares nefastos para la reputación de la monarquía, Don Juan Carlos ha logrado alejar a Cristina de Borbón del foco mediático del caso Nóos, aún a costa de separarla en parte de su imputado marido. Iñaki Urdangarín, duque de Palma, dividirá su tiempo entre España, donde deberá afrontar el proceso judicial, y Suiza, donde ha sido destinada su esposa.
Un nuevo trabajo, el de la infanta, mucho mejor remunerado que el anterior, y en del que los españoles deberemos seguir sufragando ciertos y cuantiosos gastos, como son los del servicio de seguridad. Su nuevo sueldo como directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa ha ascendido a 320.000 euros anuales en un contrato de cinco años, por lo que podrá permitirse lujos como los que suponen su exclusiva casa en el barrio de Florissant, y cuyo coste algunas fuentes sitúan en el entrono de los 10.000 euros al mes.
El piso, ubicado en el mismo centro de la ciudad, es un ático ubicado en pleno casco antiguo, considerado edificio histórico y construido en piedra. En él compartirán comunidad con otros vecinos y dispondrán de garaje en el interior. Todo tipo de tiendas, restaurantes y servicios.
Además, el coste del exclusivo colegio donde estudiarán sus hijos, la Escuela Internacional de Ginebra, asciende a 120.000 euros anuales por los cuatro, informa Semana, dado que se trata de uno de los mejores 20 centros del mundo. Los hijos de la infanta vivirán a sólo 15 minutos en coche de sus dependencias, y allí podrán dominar catalán, inglés, francés y alemán, obteniendo acceso a cualquier universidad del mundo. No obstante, algunas publicaciones han afirmado que es La Caixa quien pagará el colegio de los chicos, como en su momento hizo Telefónica en Washington, lo que sin duda ayudará a la infanta a disponer de efectivo para sus propios gastos.
Lo que no pagará seguro Cristina de Borbón, ni tampoco su marido Iñaki Urdangarín, será el exclusivo coste del servicio de seguridad asignado a la familia. Todos ellos dispondrán de seis escoltas que se turnarán en servicios de ocho horas, generando un presupuesto que asciende a 300.000 euros anuales a cargo del Estado.
Tal y como muestra la revista Hola, Iñaki Urdangarín ha estado con la infanta y sus hijos ayudando con la mudanza. El duque de Palma fue visto sin su esposa acudiendo a un mercadillo para comprar fruta y verduras, y acompañando a los niños a un parque de skate-board para divertirse con el monopatín. La revista dice que Urdangarín podría estar buscando trabajo en la ciudad para poder vivir a caballo entre Ginebra y España.