Después de varios días de la bohemia -pero a la vez muy lujosa- ceremonia civil de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, se van conociendo muchos de los detalles de estos tres días de festejos. Ya son marido y mujer y su nuevo estado se ha celebrado a lo grande. Estos tres días de fiestas y reuniones han estado marcadas por lo que podría denominarse el estilo "bohemio chic", que recoge parte de los objetos y gustos del movimiento hippie, pero a la manera monegasca: repleta de lujos.
Llevaban un año comprometidos oficialmente y el pasado 31 de agosto, por la mañana se convertían Andrea y Tatiana en marido y mujer. El Principado de Mónaco no quiso facilitar ningún dato sobre el enlace, solo distribuyeron alguna foto en la cual se podía ver a los recién casados y a todos los invitados. Lo que queda claro es que en estos tres días de originales y divertidas celebraciones, siempre ha predominado el estilo de Tatiana. Tres días antes del enlace, empezó oficialmente la despedida de solteros de los que serían en pocos días un matrimonio.
La agenda nupcial de Tatiana empezaba con una cena a solas con todas las chicas. Al día siguiente comenzó la fiesta de los futuros esposos. La imagen se subió a la red social de Instagram, de la mano de la tía de Tatiana. Todas llegaron a Beach de Montecarlo y las recibieron con champán Rosé, para empezar la gran fiesta. Tanto chicos como chicas iban vestidos de blanco, a excepción de la novia que llevaba un vestido largo degradado. Al día siguiente, horas antes a la boda, la princesa Carolina invitó a sus hijos y a los amigos más cercanos al Pachá III. La revista ¡Hola! informa que Gad Elmaleh también asistió con su hijo a esta íntima fiesta. Durante esta pequeña reunión, Carolina de Mónaco dijo unas emotivas palabras a su futura nuera y a su hijo, las cuales emocionaron a todos los presentes. Aquí ya empezaba la cuenta atrás para el enlace de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo.
El novio llegó al palacio donde iba a ser el enlacesubido a un impresionante jeep militar verde, conducido por su hermano Pierre. La novia llegó en coche, acompañada por su madre y mejor amiga. Poco a poco fueron llegando los 400 invitados. No hubo ningún representante de las Casas Reales, sin embargo, sí que asistieron importantes personalidades del mundo político y cultural. Aunque la boda era por la mañana, todas las invitadas lucieron vestidos muy veraniegos y sin palmeras, sin seguir el protocolo. Por las fotos oficiales que distribuyó el Principado de Mónaco, se sabe que Carolina escogió para este día tan especial un vestido rojo. Y Carlota prefirió un vaporoso vestido azul con transparencias.
Para el banquete nupcial se organizó un original cóctel en los jardines del Palacio Grimaldi. Después del banquete, se celebró una fiesta pensado en los más jóvenes. Todo con un estilo exótico y caribeño, repleto de disfraces y pelucas, con los cuales los casi 250 invitados, disfrutaron durante altas horas de la madrugada. Los recién casados se trasladaron mientras tanto al Hotel de París para cambiarse de ropa. Andrea llevaba un elegante esmoquin y ella un vestido muy parecido al elegido para su boda civil. En esta ocasión, era de manga larga y ajustado a la cintura. Llegaron a la fiesta, donde todos los invitados ya se estaban divirtiendo, subidos a un impresionante Rolls-Royce.