Las últimas apariciones públicas del Rey don Juan Carlos han hecho saltar las alarmas en los círculos políticos y periodísticos. En la reciente audiencia que mantuvo con Susana Díaz, la nueva presidenta de la Junta de Andalucía, algunos medios gráficos que asistieron al acto coincidieron en destacar la dificultad del monarca para caminar así como el hecho de que le vieron "bastante tocado" y "envejecido".
En noviembre del año pasado, el Rey anunció que tenía que volver a operarse de la cadera, lo que le obligó a reducir su agenda oficial. "Tengo que pasar por el taller", dijo en la Cumbre Iberoamericana, celebrada en Cádiz, dando muestras evidentes de dolor y fatiga que le convirtieron en protagonista no deseado.
La imagen que ofrece estos días, según quienes le han podido observar, vuelve a ser parecida a la anterior a esa operación. Incluso cargos políticos de primer nivel admiten, en privado, que don Juan Carlos no está atravesando un buen momento de salud. "Se le ve mal, muy mal", en voz de un alto representante. Otro cargo añade, siempre en privado: "No se ha recuperado del todo. Yo le he visto recientemente y no puede evitar que le duela y se le nota".
Este lunes, el jefe del Estado participó en la apertura del año judicial y entre los asistentes llamó la atención que se equivocara dando la palabra, en dos ocasiones, al Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, extremo que se le advirtió convenientemente y don Juan Carlos rectificó.
Además, presentes en el acto también destacaron que, a diferencia de otras ocasiones, el monarca apenas estuvo diez minutos despachando con las altas autoridades y que, durante esos momentos, volvió a dejar patente que sufre dolor al estar de pie.