Paco Arango ha contado en Es la Mañana de Federico, la labor que la Fundación Aladina desarrolla en hospitales y alrededor , donde realizan "mejoras muy importantes" para transformar el entorno de los niños.
También ha relatado cuál es la labor de los voluntarios, que actúan "como un tío o un primo mayor" ante unos pequeños que demandan, sobre todo, "amistad". "Lo que mejor hacemos es formar parte de las familias", ha explicado, "porque los niños con cáncer necesitan un voluntariado que les conozca".
Salas de juegos, actividades y mucho apoyo
A partir de los 11 años, ha explicado, llevan a los pacientes a la sala de adolescentes, "donde no pueden entrar ni padres ni médicos". "Ahí montamos de todo: jugamos al póker, tenemos noches de miedo con películas...", ha contado Arango, enfatizando que se trata de adolescentes obligados a estar todo el día con sus padres. Para los más pequeños, tienen consolas en su habitación y, sobre todo, internet, que han puesto "en todas las habitaciones" de los hospitales donde están. Incluso se organizan campamentos en Irlanda de una semana para los niños, los hermanos e incluso las familias, todo ello a coste cero.
Y es que el apoyo no se centra sólo en el niño. También se ocupan de los padres, quienes tal y como ha explicado Paco Arango "nos preocupan más" que el propio paciente en el momento del diagnóstico; de los hermanos, que muchas veces "son los más dañados" en esta situación, y también de las enfermeras. "Estando pendientes de ellas el entorno mejora", ha contado.
Un apoyo que en los peores casos es de 24 horas "cuando la cosa se pone mal" o que en el "caso del fracaso de la enfermedad, algo de lo que por desgracia hay que hablar, cuidamos a los padres un año entero".