¿Quién quiere casarse con mi hijo? se despidió batiendo su récord al superar los 2 millones de espectadores (2.002.000) con un impresionante 12,5% de share, y no es para menos, ya que este último programa de la temporada prometía sorpresas e intriga. La elección de algún tróspido fue muy predecible, aunque otros sorprendieron yéndose con su madre o con una candidata que no se esperaba. Sin embargo, esta gala final destacó principalmente por la cantidad de veces que cantaron, bailaron y se besaron los participantes del reality.
Fran fue el único que prefirió quedarse con su madre, porque "él quería una aventura para toda la vida" y no se fiaba de Houda que prefería ir más despacio. Su madre, al conocer la noticia, se puso a bailar de la emoción, pero su momento de gloría se torció cuando una expretendienta de Víctor, Cristina, le pidió una cita al tróspido porque se sentía atraída por él. A Mari Carmen no le sentó muy bien este arrebato de valentía, así que la mandó callar "porque era su momento". Esa valentía fue la que le faltó a Alexis cuando por fin escogió a su finalista. Una persona que presume de ser un caballero no puede despedirse de la chica que no ha escogido a través de una carta, sin atreverse a decírselo a la cara. Prefirió a Chio por cómo se sentía cuando estaba a su lado, pero esta elección no le hizo mucha gracia al padre de Alexis, que fingió alegría al conocer la noticia.
La final más predecible fue la de Víctor, porque nada más empezar el programa se veía cómo echaba a Rebecca. Aunque ella usó todas sus armas para que la eligiera, como cantar un tema de amor, no tuvo suerte y se quedó a las puertas de la final. Quizás eso fue lo que hizo que el tróspido corriera al lado de Andrea, que poco después quedó con ella y le confesó que iba a ser la elegida. La choni-pija le entregó una carta de amor que le había escrito, acompañado de un "te quiero" entre lágrimas. A su madre le gustó esta decisión, ya que sin saber cómo, Andrea se había ganado todo su cariño. El mayor toque de intriga vino de la mano de Leo, porque cuando había quedado con sus pretendientas para declararle su amor a Marta, ésta decidió abandonar el reality en el último momento porque ya no podía más. Leo, nervioso, se fue a dar un paseo, dejando sola a su otra pretendienta, María. Al final, el argentino acabó buscando a su amada para decirle que quería estar con ella. De esta forma, consiguió irse de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? de la mano de Marta, decisión que a la madre le encantó.
Del último tróspido, Roi, tampoco se sabía con quién se iba a ir, ya que quedó con Edgar antes de tomar una decisión para asegurarse de que no cometía ningún error. El misterio se acabó en cuanto salió Sergi y desfiló por la alfombra azul hasta donde estaba Roi. Su madre estaba orgullosa de que le hubiera elegido a él, pero a la hora de entregar el anillo, al tróspido le pareció gracioso -solo a él- hacer la broma de entregarle la alianza a su perro. Pocos segundos después, confesó que todo era una broma y le colocó el anillo en el dedo a Sergi, seguido de un gran beso.
El programa acabó cuando Leti, expretendienta de Leo, bendijo la elección del tróspido con la frase "por el poder de Space, yo os declaro marido y mujer" y se despidió con su tradicional baile de "I love Ibiza".
Antes de que Lujan Argüelles diese el último adiós a esta tercera temporada, quiso presentar a las madres y a varios pretendientes de ¿Quién quiere casarse con mi madre?, el nuevo reality de Cuatro.