Siempre es noticia cuando dos miembros destacados del mundo del espectáculo se separan, pero lo de Robin Thicke y su esposa Paula Patton ha pillado con el paso cambiado a casi todos. A casi todos, menos a ellos mismos. La pareja, que llevaba 9 años de matrimonio, no se ha pronunciado oficialmente, pero todas las webs rosas norteamericanas y británicas están aireando todos los detalles de lo que, hasta ahora, es su crisis definitiva.
"Seguiremos siendo dos mejores amigos; sin embargo, hemos decidido que es tiempo de separarnos", reza el comunicado lanzado por el representante de Patton, que sirve de confirmación oficial a la separación.
El cantante, que atraviesa ahora su momento de mayor éxito gracias a Blurred Lines y su actuación con Miley Cyrus en los MTV, llevaba casi una década unido a la actriz, conocida por sus papeles en Misión Imposible IV o Déjà Vu, entre otras películas. Pero la crisis era ya el estado habitual del matrimonio, debido sobre todo a los constantes rumores que vinculaban a Thicke con otras mujeres, entre ellas incluso fans de su música.
La pareja llevaba casada nueve años, pero en realidad se conocían desde casi la infancia. De hecho, su noviazgo comenzó hace ahora dos décadas, por lo que los rumores de infidelidad han debido resultar aún más dolorosos. Thicke y Patton tienen un hijo en común, el pequeño Julian de 3 años.
La última gota que colmó el vaso fueron unas imágenes publicadas en Twitter durante el verano pasado. Robin Thicke aparecía tocando el trasero con descaro a una joven estudiante, Lana Scolero. Las declaraciones de diversos testigos en la discoteca refrendaron las sospechas, de que ambos estaban muy juntos, quizá demasiado, bailando al son de la música. Quizá para desmentir rumores, la pareja posó junta en la portada de la publicación Prestige, deshaciéndose en elogios.
Ahora, Thicke intenta a toda costa salvar su matrimonio tras el ultimátum de Paula. Según TMZ, ha cancelado un concierto en Atlanta para volar hasta Canadá, donde ella está rodando una película, y tratar de apaciguar ánimos. Según la publicación, tiene pocas probabilidades de éxito: la actriz está tan enfadada que está decidida a acabar con su matrimonio.