Mercedes de Andalucía se casa. Bueno se recasa. La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla renueva sus votos con su marido, el auditor Jorge Castro, tras treinta años de andadura y cuatro hijos en común. Tal y como se hace eco ABC, después de una semana donde ha impuesto la fianza más polémica al empresario jerezano José María Ruiz Mateos y la más mediática a la exministra y exconsejera de la Junta de Andalucía Magdalena Álvarez -por valor de 29,5 millones de euros- Mercedes se toma el fin de semana libre.
A sus 50 años, la valiente juez sabe muy bien lo que es poner en jaque a todo un gobierno autonómico. Sus concienzudos escritos y su tenacidad a la hora de perseguir la corrupción en el cortijo andaluz dan viva muestra de su fuerza; pero hasta lo más abnegados necesitan descansar.
Alaya ha renovado sus votos matrimoniales en una ceremonia religiosa, a la que ha asistido vestida de novia, celebrada en la iglesia de San Alberto, dentro del conjunto del Oratorio de San Felipe Neri, en el casco histórico de Sevilla. En un primer momento iba a ser en la Basílica del Gran Poder. El plan matrimonial para este fin de semana se divide, como no podía ser de otra manera, en un día de etiqueta y otro más familiar e informal.
Tras la ceremonia religiosa de la que salió sonriente y entre pétalos les espera una celebración a lo grande en el Palacio de los Condes de Lebrija que durará todo el día. Requisito indispensable, el chaqué para los caballeros y el tocado para las damas.
Para el domingo, el feliz matrimonio continuará la fiesta por todo lo alto con los invitados más cercanos y, por supuesto, en lugar desconocido. Para evitar curiosos o sindicalistas, quién sabe. A todo esto, nadie sabe cuántos días se tomará libres la juez Alaya para realizar la segunda luna de miel con su marido. Aún así, el diario monárquico recoge cómo ya hay quien dice -dentro del juzgado- que la juez ha dejado varios autos preparados para que se vayan notificando a lo largo de la siguiente semana. El crimen no descansa, la Justicia tampoco.