Desde distintos altavoces mediáticos e incluso desde la propia Zarzuela, en los últimos meses se dio pábulo a los rumores sobre un supuesto distanciamiento entre los príncipes de Asturias. Una rumorología que coincidía en el tiempo con la caída en picado del Rey Juan Carlos en las encuestas y su convalecencia por las operaciones de cadera y el debate sobre una hipotética abdicación.
Las salidas en solitario de doña Letizia, su marcha de Mallorca antes que el príncipe y un fin de semana de don Felipe en Formigal sin su esposa llevaron a que varios medios hablaran abiertamente de crisis. A ello se sumaron algunas informaciones que ponían en duda el papel de doña Letizia, como el reportaje en ¡Hola! en el que la princesa aparecía comiendo pipas con sus guardaespaldas o una crónica en Vanity Fair en el que fuentes de Zarzuela decían que la princesa era la persona "peor valorada" dentro de palacio.
El punto culminante llegó en enero, cuando un portavoz de Zarzuela habló de "altibajos" en la relación de los príncipes. La expresión, nada inocente, venía a dar carácter oficial a lo que hasta el momento era sólo rumorología de la prensa del corazón.
En su décimo aniversario, los rumores parecen haber quedado, de momento, atrás, y ABC, que en su día también se hizo eco de la supuesta crisis, hablaba esta semana de "bache superado". Su corresponsal en Zarzuela apuntaba en el especial sobre la pareja que transmiten la "idea de un matrimonio unido". Con el príncipe en lo más alto de las encuestas sobre la popularidad de la Familia Real junto a la Reina, habrá que ver si la campaña contra ellos ha cesado o no definitivamente.