A pesar de todo lo que está aconteciendo en su familia desde hace mucho tiempo, Rocío Carrasco continua manteniendo la misma actitud de no hacer comentario alguno por mucho que le pregunten. Su discreción es absoluta, y durante años ha estado desaparecida de los medios de comunicación, prefiriendo llevar una vida tranquila con Fidel Albiac, con quien lleva viviendo más de una década, y con sus hijos.
La hija de la Jurado y Pedro Carrasco se ha mantenido al margen de todo lo que rodea a su familia, nunca se le ha visto yendo a visitar a Ortega Cano a la cárcel, ni tampoco a su hermanastro José Fernando, durante el tiempo que estuvo preso.
Los hechos hablan por sí solos, y es evidente que la relación con sus hermanos es totalmente inexistente. Hay que recordar que Gloria Camila tuvo unas duras palabras hacia ella, respondiendo cuando le preguntaron que hacía años que no sabía de ella con cierta amargura.
A pesar de esa discreción y siempre negarse a hablar, seguramente la procesión vaya por dentro, sobre todo cuando con el bochornoso show mediático que vienen protagonizando sus tíos Rosa y Amador.
Me comentan que está feliz por haber vuelto a trabajar, que fue una decisión muy pensada, y que contó con el apoyo total y absoluto de Fidel, aun sabiendo que el hecho de regresar a la televisión le iba a suponer volver a ser de nuevo objetivo de las cámaras y los flashes, aunque parece que lo lleva bien, y está acostumbrada desde niña.
Lo que es indiscutible, es que junto a Fidel, ha encontrado la estabilidad y es la persona que le hace feliz.