La pose navideña es un clásico. Se coge un personaje famoso, se le pone en su salón, bien surtido de elementos decorativos propios de las fiestas (árbol, belén y luces varias), se le viste de fiesta, se suman unos cuantos familiares sonrientes y ya está todo: un posado como Dios manda.
Por eso, lo extraño de la imagen con la que este domingo abre su edición el Diario de Mallorca no es ni el decorado, ni la ropa de los fotografiados, ni su actitud alegre... sino la persona que la protagoniza: Pedro Horrach, fiscal del caso Nóos y una de las figuras más controvertidas de la escena pública española de los últimos meses.
El fiscal, famoso por sus escritos en defensa de la infanta Cristina y por sus encontronazos con el juez Pedro Castro por este motivo, aparece abrazado a su mujer, que viste un llamativo vestido rojo. Junto a ellos, el correspondiente árbol, no podía faltar, y al fondo las luces propias de las fechas. No es muy común ver a un juez, fiscal o abogado en semejante pose, que recuerda más a los reportajes que personajes del papel couché como Isabel Preysler o Carmen Martínez Bordiú realizan para el ¡Hola! Pero ahí está Horrach, decidido a que no se le escapen sus quince minutos de gloria.
El párrafo dedicado a la pareja no tiene desperdicio: "El fiscal más famoso de España, Pedro Horrach, y su esposa la encantadora e inteligente Ana Zacher forman una pareja envidiable. Más unidos que nunca ponen a las críticas y a las incomprensiones una sonrisa (...). Los Horrach Zacher recibieron para un coctel en su ático de Palma, un lugar luminoso con vistas a la bahía, a la ciudad iluminada y a la catedral (...). Ana eligió para la ocasión un favorecedor y romántico vestido en sarga de seda roja, que es el color de la Navidad, su esposo en cambio recibió con un elegante traje oscuro y como detalle de la anfitriona, que es perfecta cuando recibe, los caballeros recibieron una flor, también roja para colocar en el ojal de la chaqueta. Se sirvieron jamones y quesos deliciosos, las mejores cocas de Palma, se brindó por la Navidad y la familia y se habló de futuro con optimismo y realismo en un entorno decorado con sublime elegancia. Decoración clásica, festiva, brillante y al calor de la chimenea que es la que favorece la tertulia".