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Imanol Arias, empresario vinatero

Imanol Arias es una excepción entre el colectivo de actores. Invierte su dinero en negocios completamente distintos.

Imanol Arias es una excepción entre el colectivo de actores. Invierte su dinero en negocios completamente distintos.
Imanol Arias e Irene Meritxell, su pareja | Archivo

Son pocos los actores que inviertan sus ganancias fuera del ámbito de su profesión. Imanol Arias es una de esas excepciones, no de ahora mismo, sino ya desde hace un decenio cuando se convirtió en socio, aunque minoritario, de unas acreditadas bodegas de la Ribera del Duero, la de la familia Moro, que entre otras marcas embotellaba el vino Cepa.

Si recuerdan algunos capítulos de la pasada temporada de Cuéntame, el personaje que interpreta el actor leonés se embarcaba en un negocio vinatero asociado a un paisano de la provincia de Albacete, mostrándose ducho en sus disertaciones sobre cosechas, clases de uva y sistemas de elaboración. En el fondo, cuanto decía Antonio Alcántara venía a ser un trasunto del propio Imanol Arias. Es más que probable que el guionista principal de la serie, Ladrón de Guevara, tuviera en cuenta esa afición de su protagonista a los buenos caldos para urdir algunas de las tramas, situándolas en el imaginario pueblo de Sagrillas en tierras manchegas; lo que tampoco es casual pues tal guionista es oriundo de un pueblo de Albacete.

Antonio Alcántara, entre viñedos | TVE

El vino, queda dicho, es una de las pasiones de Imanol Arias, que ha disfrutado mucho junto a su compañero Juan Echanove en sus recorridos por todas las cocinas de España con destino al programa Un país para comérselo. Precisamente, encontrándose en Murcia acertaron a conocer a un bodeguero de nombre Juan Gil. Entusiasmado con un proyecto vitivinícola de éste, Imanol Arias aceptó asociarse con él para lanzar al mercado un vino de nombre "Bruto", elaborado con uvas monastrell. Fue a finales del pasado año cuando se pusieron a la venta las primeras tres mil botellas, salidas de unas bodegas de Jumilla. El precio, no muy elevado pero tampoco al alcance de todos los bolsillos: alrededor de veinte euros.

El popular actor ha tenido buen ojo en sus aventuras empresariales, porque hace unos años ganó un dineral con una empresa pionera en España en la limpieza de conductos de aire acondicionado, tarea que efectuaban unos robots. En lo que "pinchó" fue antes del último verano en el mantenimiento de un chiringuito con ínfulas de lujo, situado en Marbella, en el que puso una buena "pasta" junto a su actual compañera sentimental. Pero como el balance sólo arrastraba pérdidas, Imanol Arias traspasó el errado negocio creo que a un argentino y se quitó de en medio. Y es que en asuntos de hostelería hay que estar siempre muy encima, vigilante o con alguien de confianza controlando las cuentas.

Para el galán le han sido más satisfactorias sus inversiones en dos sociedades, Unaine y Linea Sur Producciones, que mantuvo con Pastora Vega, la madre de sus dos hijos, con quien convivió maritalmente sin estar casados durante veinticinco años. Empresas que tenían que ver con los respectivos trabajos de la pareja, por supuesto mucho más abundantes y valorados los de él. Se dice que en las últimas temporadas de Cuéntame, Imanol Arias se embolsaba por capítulo ¡sesenta mil euros!, cantidad que muy probablemente le haya sido mejorada en la actualidad. Agreguemos a ello, entre otras inversiones que desconocemos, las propiedades que la pareja poseía como bienes en común: una lujosa residencia en el Parque Conde de Orgaz, zona de "alto standing" que se dice en lenguaje inmobiliario y otra de verano en los Caños de la Meca (Cádiz).

Con Pastora Venga, en 2008 | Cordon Press

Cuando ambos se separaron de mutuo acuerdo, Pastora Vega se quedó viviendo en el hasta entonces hogar familiar y él se buscó temporalmente un piso. Cada uno ha rehecho su vida, ella manteniendo una relación un tanto inestable a veces con otro actor, Juan Ribó, y él otra, con mayor solidez junto a la diseñadora y también excelente fotógrafo Irene Meritxell, a quien Imanol adelanta en veintiún años. Por mucho que éste haya tenido que ceder legalmente a Pastora en su patrimonio, no le ha significado problema económico importante. Sigue siendo uno de los cinco actores españoles mejor pagados (y tal vez nos sobren varios dedos de la mano) y quien más fortuna posee de su gremio. No siendo fatuo y ostentoso en su comportamiento público, él mismo confesaba hace no mucho: "Soy un actor rico, aunque no haya vivido siempre como un millonario, porque no olvido que vengo de clase humilde". En efecto: su padre era mecánico tornero, estuvo enrolado en un barco para finalmente ser representante de aceites industriales. En cuanto a su madre, dejó Riaño muy jovencita para irse a servir a Valladolid a casa de un militar y luego a otra de esa misma familia en Bilbao. Como recordaba Imanol: "Mi padre se casó con una criada que limpiaba y cuidaba niños".

En cuanto al propio futuro actor, entró muy joven a trabajar de electricista en una fábrica y cuando decidió ser actor se plantó en Madrid "sin un duro", teniendo diecinueve años, malviviendo y durmiendo en la estación del Metro de José Antonio (hoy Gran Vía). La vida de Imanol Arias, tantas veces contada en las revistas del corazón, cambió a finales de los años 80, ya convertido en un actor de éxito, que se permitía rechazar películas si no le pagaban cinco millones de pesetas, cantidad que en poco tiempo dobló en su cotización. Lo cierto es que no defraudaba a nadie: era un galán taquillero. Y a la gente siempre "le cayó bien", por su empatía, su capacidad para hacer creíbles sus personajes, la cercanía que ha mantenido siempre con el público. Tres millones novecientos mil telespectadores contemplaron su vuelta con Cuéntame en el primer capítulo de esta décimo sexta temporada. Se va este mes a Buenos Aires, a rodar una película sobre Eva Perón. En Argentina tiene cartel. Ha producido una obra de teatro. Y tiene pendientes otros proyectos en aquel país. Y en España le esperan dos estrenos en primavera: Incidencias, que dirigió el tándem Corbacho-Cruz, los humoristas, y Anacleto, agente secreto, con guión basado en aquel añorado personaje de "comic", creación del genial dibujante Manuel Vázquez. En esta cinta debuta como actor su hijo menor, Daniel. El primogénito, Jon, es músico; el encargado de seleccionar la música del programa "Un país para comérselo".

Como una rúbrica de lo aquí contado, y partiendo de mi admiración hacia Imanol Arias, actor tan brillante como encantador en el trato personal, siempre afectuoso, no dejo de darle vueltas a la frase que un día dijo sobre sí mismo: "Soy un burgués anarquista y liberal".

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