El diseñador italiano, y su socio y amigo íntimo de hace décadas, Giancarlo Giammetti, han elegido Madrid, para celebrar éste último su cumpleaños. Según me comentan, cada año eligen una ciudad, y en ésta ocasión, y como era de esperar, en la capital del reino, su íntima amiga, Naty Abascal, ha ejercido de anfitriona como solamente ella lo sabe hacer y les ha organizado todo tipo de planes. En una de sus primeras salidas, estuvieron visitando el Palacio de Liria, después se fueron al centro de estética propiedad de Maribel Yebenes, donde les aplicaron un tratamiento facial. Su agenda no ha podido estar más completa, ya que por la noche el decorador, Lorenzo del Castillo, les obsequió con una cena, en su palacio del centro de Madrid, con tarta y velas incluido, donde acudieron acompañados de su invitada, la actriz Liz Hurley, allí coincidieron con Cari Lapique, Konstantin de Bulgaria y su esposa, María García de la Rasilla, Quique Sarasola y Adriana Carolina Herrera, entre otros.
Cada día de estancia en Madrid han tenido una celebración diferente, y nuevamente Naty, les organizó una fiesta flamenca, con cena incluida, en la que todas las señoras lucieron el típico traje de volantes, a cual más bonito. La nota discordante la dieron Helen Lindes, que llegó acompañada de su novio el jugador de baloncesto Rudy Fernández, y fueron los únicos que se negaron a pararse delante los fotógrafos, también fue la única invitada que no se vistió con el traje típico andaluz, nada que ver con los demás invitados, que lo hicieron sin ningún problema, a las puertas de La Bulería, un local habilitado en una magnifica casa de la calle Castellón de la Plana, en el exclusivo barrio madrileño de El Viso.
Las primeras en llegar fueron Eugenia Silva y Nieves Álvarez, a las dos tops les une una enorme amistad con el maestro y llegaron acompañadas de sus maridos, Alfonso de Borbón y Marco Severini. También estuvieron Cari Lapique y Carlos Goyanes, Maribel Yebenes y su marido, los diestros Manuel Díaz El Cordobés -con Virginia Troconis-, Julián López El Juli -con Rosario Domecq- y Enrique Ponce, que llegó solo sin su mujer, Paloma Cuevas: "No ha venido, no se siente con ánimos a consecuencia del reciente fallecimiento de su hermano Nano", explicó.
Quienes también acudieron solas fueron Ariadne Artíles, sin Jose María Garcia Fraile, y Cecilia Gómez, que no iba de gitana pero sí con un traje goyesco que le sentaba muy bien. Rafael Medina, el hijo mayor de Naty, llegó con su esposa, Laura Vecino.
Sobre las 21, 30 comenzaron a llegar los primeros invitados y cerca de las cinco de la madrugada, a pesar de la baja temperatura, salieron los últimos. Todos coincidían en que no pudo ser más divertida la fiesta, con una cena magnifica que consistió en diferentes tipos de ensaladas, arroces, pescados, carnes, y todo regado con unos caldos exquisitos. Según me cuentan, la Hurley, destacó ya no solo por su belleza, si no por su simpatía: habló con todo el mundo y no paró de bailar flamenco.