Se siguen destapando mentiras de Anna Allen, la actriz española que dijo haber sido invitada a la alfombra roja de los Oscar y cuyos fotomontajes fueron descubiertos en los últimos días. Además de la gala del cine de Los Angeles, de sus fotos editadas con actores norteamericanos de las series White Collar o Big Bang Theory, Allen también "hinchó" su currículum respecto a sus colaboraciones con marcas y ONG's, desvela LOC.
En concreto, explica el suplemento del diario El Mundo, con su supuesta labor de "embajadora de la marca Vertu y de Fight Aids, junto a Estefanía de Mónaco". Desde el fabricante británico de teléfonos móviles niegan toda vinculación con Allen, y lo mismo en lo que toca a la ONG Fight Aids, que ni siquiera utiliza la figura de embajadores para desempeñar su labor contra el Sida.
"Ni siquiera para nuestra princesa, que es la presidenta", recoge LOC. La única vinculación de Allen con esta organización sin ánimo de lucro es una campaña llamada One Kiss, One Fight, en la que cualquier usuario podía colaborar enviando un selfie o un vídeo contra la discriminación a personas enfermas de VIH.
Las firmas de moda a las que Allen pidió prendas y piezas prestadas para acudir a la alfombra roja no habían descubierto el engaño, ni tenían por qué dudar de ella, ya que se solicitó de la misma manera en que se hace habitualmente. Es el caso de la joyería Suárez y la diseñadora de zapatos Rocío Mozo, que deberían ver devueltos sus préstamos en próximos días, tal y como ha prometido el representante de Allen.
El engaño se extiende a su supuesta agencia de representantes, Green Air Agency, de Los Angeles, cuya web está en perpetua construcción, y cuyo teléfono simplemente no existe.