Los primeros conciertos de la última gira de Luis Miguel en México, "Dèja vu", han sido más bien accidentados y poco aplaudidos, según informa la revista Sálvame.
En uno de sus shows en el Auditorio Nacional de su país, el cantante apareció con unos kilos de más y sus admiradores le acusaron de no estar en forma. Además, el público abucheó el retraso de 45 minutos, los descansos de cinco entre canción y canción y la breve duración del recital, que no llegó ni siquiera a la hora.
Algunas informaciones apuntan a que todo es culpa de las adicciones de Luis Miguel. De hecho, tras la cancelación de uno de los conciertos de su gira -en Mérida, Yucatán-, uno de los organizadores subió al escenario ante un público iracundo y dijo: "El artista Luis Miguel, simple y sencillamente, se metió a su cuarto, pidió botellas de alcohol y está emborrachándose y drogándose, por eso no se presentó y esa es la verdad". Minutos después, el directivo rectificó y le restó importancia al asunto. Por su parte, la oficina de representación del cantante justificó su ausencia alegando problemas con el avión.
Pero las críticas no acaban aquí. Muchos fans le acusan de repetirse, y él no escucha a quienes le aconsejan que evolucione y se toma mal que le sugieran que se adapte a los tiempos. ¿Logrará salir el cantante de esta dinámica?