Astrid Klisans fue una de las invitadas a desfilar en la pasarela de la Moda Adlib en Ibiza celebrada el pasado fín de semana. La esposa de Carlos Baute, según sus propias palabras, vive feliz en España. "Amo este país con locura, su gente, la comida, la cultura, hemos pasado un momento complicado pero es un país maravilloso. Se puede caminar libremente por la calle, eso mismo en Venezuela es impensable, te roban en cualquier momento y no es solo eso, te secuestran hasta en las iglesias, es terrible. Afortunadamente, nosotros estamos instalados aquí hace tiempo", declaró
La venezolana habla con tristeza de su país, del que salió hace 15 años, y al que tan solo ha regresado en dos ocasiones para asistir a sendas bodas. "La situación es horrible, no sé ni por donde empezar. A nivel político es una locura, y desde el punto de vista económico peor. No funciona nada, no hay ley, si te roban no tienes donde ir para denunciarlo porque la policía esta involucrada. Un sueldo que en España pueda ser de 1.500 euros, allí son 30 al cambio, y dentro de unos meses será de 15, y sí por ejemplo tienes que cambiar la batería de tu coche, lo tienes que pagar con moneda extranjera. No entiendo como la gente puede vivir así, más bien sobreviven".
Su familia es oriunda de Lituania, y allí viven sus padres, que afortunadamente -según explicó- se instalaron hace años. "No tengo familia en Venezuela, de mis hermanos uno vive en Estados Unidos y el otro en Segovia y los demás miembros unos en Argentina, Canadá, Sudafrica, y en diferentes países europeos. Carlos tiene muy pocos, la mayoría se fueron el año pasado, y como está posicionado en contra de ese Gobierno, como el 99% de los artistas, no puede actuar allí".
Y traza paralelismos con España. "Me preocupa mucho el futuro de España con Podemos, hay muchas similitudes como la manera de hablar de los políticos. Entiendo que la gente a raíz de las cosas que han ocurrido, como la corrupción, caigan por desesperación en esas alternativas, pero viniendo de un país que cayó en ellas, grito a la gente que tenga mucho cuidado. Es muy triste ver como lo ha destruido".
Astrid es una mujer dinámica, no para de hacer cosas, le encanta la arquitectura, la decoración, montar a caballo, afición que comparte con otra venezolana, Margarita Vargas, casada con Alfonso de Borbon. "Tengo relación con ella, pero de los temas económicos y familiares nunca hemos hablado, ni tampoco de cómo es la relación de los suyos con al actual gobierno. Lo único que me ha comentado es que también está preocupada y triste por su país".
Antes de despedirse, volvió a decir lo contenta y feliz que está en España, y tanto ella como su marido quieren tener aquí a sus hijos. Hace unos meses perdió el que estaba esperando y lo pasó muy mal, pero con la ayuda de Carlos, y el paso del tiempo lo han superado. Ahora el sueño del matrimonio es lograr que aumente la familia.