Olvido Hormigos vuelve a protagonizar la portada y es el reportaje principal de Lecturas. En él se incluye un adelanto de los dos primeros capítulos de El abrazo infiel, la primera novela erótica de la exconcejala socialista que comienza con el momento más doloroso de su vida. Tal y como confiesa la propia Olvido, en el libro "hay mucho de ella, aunque no es autobiográfico".
El primer capítulo de la obra narra que Adriana, la protagonista, graba un vídeo erótico para un amante y éste se lo pasa a todos sus contactos, convirtiéndose en un vídeo viral y, por consecuencia, se acaba enterando su marido, un prestigioso locutor de radio. Esta historia tan conocida por todos "le destrozó la vida" y reconoce que ella lo pasó peor que el personaje de su libro, porque padeció la intransigencia de mucha gente y la vergüenza de salir a la calle.
Durante la entrevista reconoce que "no deja de dar explicaciones sobre su vida, porque cree que se va a sentir mejor si las da", aunque en pocas ocasiones lo ha conseguido. Muchos de los sentimientos que describe en la novela son los que ella ha sentido durante todo este tiempo, al igual que en su vida sexual, porque, aunque Adriana es mucho más atrevida, sí que vive muchas de las fantasías sexuales que la exconcejala tiene. Hormigos aclara que, como ella, la protagonista busca en las relaciones sexuales una vía de escape, algo que le lleva a ser una esclava del sexo para huir de la soledad. "Cuando he sentido que nadie me entiende, cuando parece que me equivoco en todo lo que hago en la vida, entonces busco las caricias de un extraño", confiesa sinceramente.
Aprovechando el momento, aclara que solo en una ocasión "el sexo le ha dominado" y fue la noche que le pillaron con un hombre que ni siquiera le gustaba en plena calle. Aunque no quiere hablar de los hombres con los que ha estado, desvela que la gente se sorprendería si se desvelara el nombre de alguno de ellos. Además, deja claro que "ella es mucho más que sexo", que "sabe hacerse la tonta para que la cosa pare si no quiere nada más" y que, por todo lo vivido, ya "no espera nada de nadie".