Cari Lapique está pasando por uno de los momentos más amargos de su vida. La aristócrata acaba de perder a su madre, a la que se sentía muy unida.
Caritina Fernández de Liencre, vizcondesa de Villamiranda, falleció el pasado viernes en una clínica de Marbella, donde llevaba ingresada unos días, y donde ya no se pudo hacer nada por su vida.
La familia decidió trasladar el féretro a Madrid, concretamente al tanatorio de San Isidro, donde fue despedida por una gran cantidad de amigos que se acercaron para mostrar sus condolencias.
Allí coincidí con toda la familia al completo, hijos, nietos, y muchos amigos, entre los que se encontraban Ana Botella, Alberto Ruíz –Gallardón, Elena Cue, Alfonso de Borbón con su esposa, Marisa Jordi, el hijo de ambos, que llegó con Eugenia Silva, sus intimas amigas Nati Abascal, y Maribel Yébenes (con su hija Miriam y marido), entre otros.
Jose María García, gran amigo de los Lapique, llegó con su cuñada e hijos, Luis y Pepe, éste con su novia, la modelo Ariadne Artiles, el empresario Pedro Trapote y su mujer Begoña García Vaquero. También quisieron darles un abrazo, al igual que Emiliano Suárez, al que les une una gran amistad, aparte de la relación laboral, ya que Cari colabora con la firma de la joyería de su familia.
Hubo grandes ausencias como Isabel Preysler, Nieves Álvarez o Nuria González, que no pudieron asistir al no haber regresado de Nueva York, ya que las tres estaban invitadas a la fiesta de Porcelanosa.
Ese mismo día se ofició una misa, y el sábado en el cementerio de san Isidro se le dio sepultura.