Menú

¿Quién es L.M., el comprador de la casa alpina de Corinna y Juan Carlos?

El artículo de El Español señala también que el director del CNI y Margallo visitaron la casa de Corinna y el Rey en El Pardo.

El artículo de El Español señala también que el director del CNI y Margallo visitaron la casa de Corinna y el Rey en El Pardo.
Corinna y Juan Carlos | Bild

Recopilamos el doble artículo de Ana Romero en El Español sobre la demanda a Corinna y el descubrimiento de la gran casa alpina que compartió entre 2009 y 2013 en Suiza con el -entonces- todavía Rey español. Una noticia que vuelve a traer a colación la relación que éste mantuvo con Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, y que arroja nuevas preguntas sobre la identidad del comprador -y posterior demandante- de esta casa en los Alpes... además de otros datos del estilo de vida del rey emérito y la princesa alemana.

La demanda. L.M. pagó cinco millones de francos suizos por la vivienda alpina, enclavada en complejo de lujo RoyAlp, pero el motivo de su demanda no es tanto ésta como los 120.000 francos suizos que pagó más tarde por una veintena de objetos decorativos -litografías, grabados, jarrones romanos, contenedores antiguos de vino y cuadros- que Corinna le presentó como antigüedades de gran valor, pero que eran, en algún caso, objetos comprados en la localidad más cercana cuyo valor no supera los 20.000 francos, según la prestigiosa casa de subastas suiza Galartis; o bien regalos obtenidos por Juan Carlos en su condición de Jefe de Estado. Una "desvergonzada sobrevaluación" -dice L.M.- de la veintena de objetos y de casi 70 botellas de vino traídas "en aviones privados" desde Madrid y Londres, siempre según relató Corinna al demandante.

L.M., enfermo de cáncer. "Esta será mi última batalla, pero la voy a ganar", asegura L.M. en el artículo de El Español. Se trata de un jurisconsulto de 82 años que compró la vivienda tras una única reunión de media hora con Corinna y no la recibió hasta más de un año después. Según Ana Romero, la lucha de L.M. es a contrarreloj, ya que sufre de un cáncer de pulmón extendido a la columna vertebral que no parece demasiado esperanzador.

Teniendo en cuenta esta grave enfermedad; el valor total de la compra -más de cinco millones- y que la diferencia de precio entre la venta de los objetos (120.000 francos suizos) en relación a la tasación no supera los 20.000, la demanda de L.M. arroja varias preguntas. ¿Resulta verosímil una denuncia de 120.000 euros cuando el mismo artículo menciona que, con dos semanas anuales de alquiler, el nuevo arrendatario ya cubre los gastos de mantenimiento y que a sus 82 años y enfermo, el jurisconsulto desee meterse en problemas judiciales como el presente?

Su intención, según él mismo, es "evitar que haya más víctimas de una actuación como la que ha tenido conmigo esta mujer y que seguramente también tuvo con el rey de España". ​Efectivamente, teniendo en cuenta esto, y el hecho de que L.M. -de quien se desconoce su verdadera identidad- alquila el dúplex suizo a miembros de la familia real de Qatar por 7.000 euros al día, y que con dos semanas anuales de alquiler cubre los gastos del mantenimiento actual, el factor económico no parece el factor primordial de la demanda.

Algo que también deja espacio a preguntarse si L.M. sólo quiere recuperar 120.000 euros, o bien tiene otras razones para haber desvelado este importante aspecto sobre la vida personal del Rey Juan Carlos... ya que en la información se desvelan datos no sólo de este refugio alpino y secreto, sino de la que fue la vivienda habitual de la pareja Juan Carlos-Corinna en Madrid.

El refugio secreto. En lo que respecta a la vivienda suiza, ambos la estrenaron en febrero de 2009 -por entonces formaban pareja estable-, y en ella buscaban la máxima privacidad y secretismo. La compra coincide, tal y como señala Ana Romero, con el negocio fallido del Fondo Hispano Saudita, realizado con Zapatero en el poder y en el que participó el monarca para reforzar relaciones entre empresas españolas y saudíes (y financiado por manos privadas). La vivienda no pertenecía a Juan Carlos, sino a Corinna y a su madre, ateniéndose a una estricta legislación sobre el tamaño de viviendas que se permiten adquirir a extranjeros.

Y más elementos que refuerzan el secretismo: en la exclusiva urbanización alpina apenas se pudo ver a Juan Carlos, que accedía a través de un parking privado hasta un ascensor -forrado con piel de vaca- que daba directamente al dúplex. Juan Carlos sólo salía para tratarse en una zona privada y exclusiva del balneario del hotel. Sólo algún miembro del servicio pudo divisar al entonces todavía Rey de España.

...Y la residencia habitual en La Angorilla. Tal y como se menciona en el artículo, la casa suiza era una segunda residencia para la pareja, que vivía habitualmente en el Monte del Pardo en Madrid junto al hijo pequeño de ella, Alexander. Una vivienda habitual montada -tal y como se publicó en su momento- con el apoyo del CNI. Por esa casa de El Pardo, menciona el artículo, pasaron personalidades como el director del CNI, Félix Sanz Roldán y el hasta ahora ministro de Exteriores José Manuel García Margallo. La casa estaba a apenas unos dos kilómetros de la Zarzuela -de hecho tenía entrada directa desde ella- y era la vivienda habitual de la otra "familia" de Juan Carlos.

Tal y como subrayó Pedro J. Ramírez en los micrófonos de Es la mañana de Federico en esRadio, la visita del director del CNI a las dependencias de Corinna resulta especialmente llamativa: "Sanz Roldán ha tenido una relación de antagonismo personal muy fuerte con ella, y transmitió a algunas personas la impresión de tener enfrente a una mujer diabólica". A ello se suma otro factor: el CNI ayudó y protegió a Corinna en el pasado, tal y como se ha publicado en diversos diarios. Todos son datos que subrayan la naturalidad con la que Corinna, que efectivamente hacía vida familiar con Juan Carlos y su hijo, se movía en las altas instancias españolas en aquellos años.

El Rey en Botsuana | Archivo

La imagen. Según L.M, entre los recuerdos personales utilizados por Corinna para "vestir" la casa había una imagen del Rey posando con dos grandes piezas de caza a sus pies durante un safari en África como el que, más tarde, acabaría desencadenando el descubrimiento de su relación de pareja con Corinna. "La foto del rey Juan Carlos, bien colocada sobre una mesa próxima a dos litografías, tenía por objeto hacer creíble la afirmación de que esas dos obras pertenecían a la Colección Real, como se afirma explícitamente en el documento de venta".

Temas

En Chic

    0
    comentarios