Genoveva Casanova asistió como madrina al acto de presentación de la tarta navideña que otro año más ha elaborado la marca de helados Häagen-Dazs.
Genoveva, sin entrar en muchos detalles, comentó cómo estaba el que fuera su marido, Cayetano Martínez de Irujo. "La verdad es que llegamos a temer por su vida, lo ha pasado realmente mal. Afortunadamente, aunque su evolución es muy lenta, se va recuperando. Nos asustamos mucho todos y nuestros hijos también", declaró.
La mejicana quiso quitar importancia a la decisión de trasladarle de Sevilla a Madrid para una segunda intervención quirúrgica. "Si he heredado algo de mi madre es la obsesión por las cuestiones de salud y al hablar con los médicos e informarme del tema, efectivamente, fui yo quien tomó la decisión".
Genoveva comentó que Cayetano continuaba en la clínica y que no se sabe cuándo le darán el alta médica. "No solo fue una peritonitis, fueron más cosas, y el tema era muy serio".
Respecto a la Navidad, Genoveva anunció que tenían unos planes hechos pero después de lo ocurrido, seguramente se queden en Madrid. Cayetano tiene una casa en Kenia, y en principio se iba a ir con los niños allí, porque este año le corresponden a él las vacaciones.
De su relación con el que fuera Ministro de Justicia, José María Michavila, aclaró que todo va bien, que es una relación especial ya que hay siete hijos de por medio, pero que los dos apuestan por ello. "No hay planes de boda a corto plazo, pero sí me gustaría casarme por la Iglesia con una ceremonia sencilla y- muy poca gente, algo discreto, no un bodón".
Entre sus planes más inmediatos, está el de terminar su carrera de Filosofía y Letras. "Estoy en quinto curso y también quiero hacer la tesis, pero todo esto es posible que lo pueda hacer en un año".
De la Duquesa de Alba guarda un recuerdo imborrable: "Nos llevábamos muy bien, nos queríamos mucho y adoraba a mis hijos. Siempre quiso que Cayetano y yo nos reconciliásemos, la echo de menos y la tengo muy presente".