Las ocasiones en que podemos ver a Don Juan Carlos y Doña Sofía juntos se pueden contar con los dedos de la mano, pero ya se sabe que la Navidad es mejor pasarla en familia. Por eso, un año más los reyes eméritos hacían de anfitriones el 25 de diciembre recibiendo en Zarzuela al resto de miembros de la familia real, según cuenta GTS en La Razón.
A pesar de que en Nochebuena no se reunieron, la velada por el día de Navidad comenzó de forma tradicional. Primero, escuchando misa en la pequeña ermita de El Pardo, para sentarse más tarde a la mesa junto a Doña Elena y sus hijos, Don Felipe, Doña Letizia y las hijas de los Reyes Leonor y Sofía, que pudieron pasar tiempo junto con sus abuelos.
La costumbre sigue siendo la misma: una comida lo más simple posible para que el mayor número de miembros del servicio doméstico puedan librar y pasar el día de Navidad con sus seres queridos. Un buffet en el que cada uno se servía lo que quisiera. El menú incluía sopa de pescado, a elegir carne o pescado y guarnición de verdura y puré; y para terminar dulces, café y té.
La Infanta Doña Elena fue la primera en retirarse, ya que ese mismo día voló a Ginebra para reunirse con su hermana Cristina. Sobre las ocho de la tarde, Elena y sus hijos Froilán y Victoria cogieron un avión para reunirse con la familia Urdangarín-Borbón, con la vista puesta en el próximo 11 de enero, día en el que está previsto que comience el juicio por el Caso Noos.