Dos años después de ser encarcelada en Alcalá Meco, la obsesión de Lorena Gallego por el periodista Paco González no terminaba de desaparecer. El programa Espejo Público hablaba con la presa a la que la agresora pidió que contratara un sicario para terminar con la vida de su mujer Mayte.
La presa, que mantiene su anonimato, contaba cómo vivía su obsesión dentro de presión. "Estoy enamorada, tiene 47 y se llama Paco", confesaba Gallego, que aseguraba que no podía vivir sin que la mujer del periodista no desapareciera. "Pagaría todo lo que tuviese por verla muerta", llegó a decir.
La agresora de la familia de González se negaba a tomar la medicación y la tiraba a la basura. El resto de reclusas se enteraron de quién estaba enamorada cuando un día escuchando la radio, pusieron la emisora en la que trabaja González y se puso llorar.
Cuando la reclusa con la que ha hablado el programa de Antena 3 salió de prisión, mantenía correspondencia con la agresora. "Me pidió que buscara a alguien para matar a su esposa, pero dejé de escribirla porque estaba enferma mental. No era amor, era obsesión", reconocía.