Ni la trágica perdida de Emilio Sánchez, padre de Arantxa Sánchez Vicario, parece que va a calmar la situación familiar. La extenista se encontraba con una situación muy incómoda en el tanatorio Les Corts de Barcelona, donde se está velando a su padre, fallecido a los 83 años. Arantxa llegaba al lugar sobre las cinco de la tarde acompañada de su marido José Santacana, pero apenas permaneció en el lugar 25 minutos. Y no por gusto.
La exdeportista salía del tanatorio con lágrimas en los ojos y notablemente afectada. Según informa Lecturas, ella misma aseguraba indignada que sus hermanos la "han vetado". La relación de Arantxa con el resto de la familia Sánchez siempre ha sido muy polémica y estaba prácticamente rota, pero la muerte de su padre parecía que iba a convertirse en una pausa para pasar el mal momento de forma tranquila.
"Voy a explicaros lo que ha pasado porque estoy harta de que se especule sobre mí", decía a la prensa. "He entrado con mi marido dentro de la sala de vela, me he abrazado con mi madre y nos hemos besado. Nada más verlo, mis hermanos han echado a José de la sala y luego me han cogido y me han sacado a mí. Mis hermanos me han echado. No me han dejado estar con mi madre ni despedirme de mi padre, porque me han vetado". Varios asistentes al velatorio han corroborado la tensión que se ha vivido en el interior.
La tenista llevó a juicio a su padre, gestor y hermanos porque detectó posibles irregularidades en la gestión de sus bienes. Desde entonces la familia Sánchez se rompió y los hermanos de Arantxa no parece que quieren tregua. "Este no es ni el lugar ni el momento. Tengo derecho a despedirme de mi padre", aseguraba. El nerviosismo ha sido tal que tuvo que acudir una ambulancia para atender a la viuda, Marisa Vicario.