Después de varios meses sin que Sara Carbonero escribiera en su blog Cuando nadie nos ve, la presentadora vuelve cargada de nuevas historias que contar a todos sus seguidores. Una de las últimas es una graciosa anécdota que podía haber acabado en tragedia pero que, al final, quedó en un susto.
Tal y como desvela la presentadora, hace unos días estuvo en un bosque que rodea a la localidad de Barcelos, situada a unos 40 kilómetros de Oporto. El lugar le llamó tanto la atención que entró con el coche y disfrutó de una jornada en medio de la naturaleza.
El problema llegó cuando quiso regresar a casa. Intentó dar la vuelta con su coche pero las ruedas se quedaron atascadas en el fango y no conseguía sacarlas. Empezó a ponerse nerviosa porque comprobó que no podía salir y que en poco tiempo iba a anochecer. Por suerte llevaba el móvil y llamó a una grúa para que fueran a ayudarla.
"Mi cara al ver la rueda salpicando una especie de estiércol era un poema. Mi primera reacción fue reírme, pero al ver cómo iba anocheciendo y que era incapaz de sacar el coche de allí se me fueron pasando las ganas de broma. Al final, tuvo que venir una grúa a ayudarme. Nada más ver a su conductor le pregunté: '¿A que usted también habría tratado de dar la vuelta en el mismo sitio?' Lo peor fue el cachondeo que me tocó aguantar los días siguientes. Os podéis imaginar", narra la periodista.