Ya son tres los hijos que Manuel Benítez, el Cordobés, tuvo fuera del matrimonio y que, además, están reconocidos por la justicia, cada uno con una vida muy diferente. María Ángeles Benítez, a quien la justicia dio la razón en el 2000, ha vivido completamente alejada de la fama de su padre y Manuel Díaz, quien acaba de ganar el juicio por la paternidad del torero, se hizo famoso por su triste historia y por conseguir un hueco en el mundo taurino. Pero, sin duda, la vida del tercer hijo, Manuel Benítez Velasco, tal y como desvela Pronto, es la más trágica y dramática.
La revista cuenta que, en 1968, Alina Elizabeth Velasco, maestra norteamericana, viajó a Córdoba con su madre y ambas se hospedaron el Hotel El Cordobés, lugar donde conoció al torero. Después de una fiesta, empezó una relación que duró casi un año, hasta que la joven se quedó embarazada y decidió regresar a Los Ángeles. Ya en 1982, la norteamericana presentó una demanda de paternidad, que ganó ya que él no se hizo ni la prueba. Seis años después, le reclamó 43 millones de pesetas como pensión alimenticia para su hijo, aunque el joven ya tenía 21 años.
Tiempo después, el torero fue a la justicia para denunciar a Alina por falsificar varias pruebas que entregó, como los certificados de nacimiento y bautismo que los había modificado. El fiscal abrió el caso, pero el juicio jamás se celebró porque madre e hijo volvieron a América y nunca dieron con ellos. Por esa época el hijo de el Cordobés tenía cierta fama por sus papeles en distintos proyectos como actor, hasta que su carrera se fue a pique y acabó trabajando en una farmacéutica. Allí empezó su adicción a los psicotrópicos.
Más adelante conoció a Stephanie Spears, con quien tuvo un hijo al que llamaron Benjamín. Su adicción a las drogas cada vez era más grave hasta que en 2004, después de una fuerte discusión con su pareja, éste acabó matándola con una mancuerna. Manuel Benítez Velasco huyó tras lo ocurrido con su hijo. La policía le consideró un hombre peligroso e inestable, estaba en busca y captura y se pidió una recompensa de 20.000 dólares. Ya en 2008 avisaron a la policía de que un hombre parecido al hijo del torero estaba en El Monte, una pequeña ciudad cerca de Los Ángeles, tal y como explica la revista, y que éste y su hijo se refugiaron en un restaurante. Allí Manuel usó las armas que llevaba para intentar huir, hasta que acabó tiroteado y con el niño herido. Otro de los puntos más llamativos de la historia fue que Alina estaba desaparecida y todavía hoy no se sabe nada de ella.