Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás, se enviaba a sí mismo los mensajes que hasta ahora se atribuían al secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
Tal y como publica ABC, un informe policial entregado al juez que investiga el caso señala que la investigación de la Policía Judicial concluye que los mensajes enviados en verano de 2013 al número de teléfono que la agenda de Francisco Nicolás atribuye a Jaime García-Legaz, en realidad se los enviaba a sí mismo.
En ese mensaje, el joven le informaba de un proyecto en Guinea Conakry para construir un hotel de cinco estrellas adjudicable a empresas españolas como Spanish Building y Edhinor.
De ese modo, el imputado se atribuía contactos como el del propio García-Legaz, cuando en realidad eran mensajes recibidos por el propio Francisco Nicolás, con el fin de mostrarlos a terceras personas y atribuirse contactos y gestiones falsas, logrando así la confianza de constructores españoles supuestamente impresionados por sus contactos con el Gobierno.
La prueba que justifica esta conclusión, informa el diario, es un resguardo de billete de avión a Grecia a nombre de Francisco Nicolás, junto a otros mensajes privados a esos contactos.