La expectación estaba servida ante la aparición de Isabel Pantoja después de cumplir su condena de año y medio en la cárcel. Por fin llegó el día más esperado, que tuvo lugar en el Teatro Real Carlos III de la localidad madrileña de Aranjuez. Para esta primera presentación se ha elegido un espacio pequeño, y como ha explicado Universal Music en su nota de prensa, se trata de una reunión para un reducido numero de seguidores y medios de comunicación nacionales e internacionales. La razón, la presentación de su último trabajo discográfico, que lleva por título "Hasta que se apague el sol".
La cita era a las 20:30, pero desde primeras horas de la tarde, los aledaños del teatro estaban abarrotados de seguidores que querían ver a la artista y no paraban de hacerse fotos con los famosos que acudían para ver el mini concierto.
Antes de la actuación hubo un cóctel previo, en el que aparecieron sus hijos Kiko, acompañado de su esposa Irene Rosales, y Chabelita, que llegó con su prima, Anabel Pantoja. La hija de la cantante, fue sin lugar a dudas, la más cercana con la prensa, y contó cómo se sentía su madre en un día tan especial. "Mi madre está muy nerviosa, quiere que todo salga bien, hace unos días se resfrió y estaba un poco preocupada", comentó. Al preguntarle qué le parecía el disco, dijo que solo había escuchado el tema que lleva el título del nuevo álbum. No tuvo ningún problema en explicar la razón de la ausencia de su novio, Alejandro Albalá. "No ha podido venir porque ha tenido que viajar a Santander con su madre por problemas de salud de su abuela, y el niño no lo he traído porque era demasiado lío, y se ha quedado con su padre".
Por su parte, Kiko solo se limitó a saludar a pocas personas y cuando vio que su hermana estaba hablando con un grupo muy reducido de periodistas, interrumpió de manera brusca y se la llevó. Un gesto muy poco acertado por su parte.
Una vez terminado el coctel se pudo pasar a la sala donde se iba celebrar la actuación. Primero hubo una pequeña presentación del director de la casa discográfica, y a continuación se proyectó un video con unas preguntas que, según explicaron, se las había hecho el autor del disco, su gran amigo Juan Gabriel, tristemente desaparecido el pasado agosto. Unas preguntas sin el más mínimo de interés, hablando del sol, la luna y si usa pinganillo en sus actuaciones. Nada relevante.
A continuación, se apagaron las luces, subió el telón e hizo su aparición Isabel Pantoja, vestida con el mismo traje blanco de volantes y bordados de la portada del disco, melena suelta, muy bien maquillada, aunque saltaban a la vista los retoques estéticos que se ha hecho en la cara y boca.
La ovación por parte del público que abarrotaba la sala fue espectacular, y además de los aplausos y vítores, no paraban de tirarle flores. En medio de esa locura, sonaron los primeros acordes del primer tema. Interpretó un total de 6 canciones y el más emotivo fue el que dedicó a su madre, que se encontraba en un palco pegado al escenario. Doña Ana estaba acompañada de su nieto Kiko y la mujer de éste, mientras que su otra nieta, Chabelita compartió otro mucho más alejada con su prima Anabel. Doy fe, porque estaba delante de ellas, que se sabía las letras de todos los temas, mientras que la hija de la artista permaneció impasible ante la actuación de su madre.
Un disco que a los amantes de la copla no va a decirles nada, ya que no es de ese género. Pero lo que sí quedó muy claro es que Isabel se encuentra muy bien de voz, además de ser un trabajo muy elaborado con letras preciosas, como muy bien lo sabía hacer Juan Gabriel. El éxito está asegurado, y de momento, Pantoja, hará su gran presentación en Madrid el 11 de Febrero, en el Barclaycard Center, el 18 del mismo mes en el Palau San Jordi de Barcelona, y 24 de Junio en el Estadio Cartuja de Sevilla.
