Teresa Gimpera, sin lugar a dudas, ha sido uno de los rostros más bellos tanto del cine como de las pasarelas. En la actualidad tiene 80 años y ha decidido volver a ponerse delante de las cámaras al aceptar un papel en la película Los del túnel, al lado de Arturo Valls, entre otros.
La biografía de Teresa es muy interesante: estuvo casada dos veces, la primera con Octavio Sansanedas, con quien tuvo tres varones; y la segunda con el actor norteamericano Craig Hill, fallecido en el 2014. "Lo peor que me ha pasado en la vida ha sido la muerte de mi hijo Joan, que se fue demasiado pronto. Enterrar a un hijo es lo peor que te puede pasar en la vida, y la muerte de Craig también fue muy dura, porque estábamos muy unidos", contó.
Gimpera es una mujer muy positiva, y tiene muy presentes los buenos momentos que también le ha dado la vida. "Una de las cosas que más valoro, y agradezco, es el cariño de los tuyos y el triunfo de mi profesión. He hecho 155 películas, sigo al frente de mi escuela de modelos y tengo muy buenos amigos. No me puedo quejar".
Al contrario que a la mayoría, no le importa nada confesar su edad. "Tengo 80 años, al menos es lo que pone en el carnet de identidad, y reconozco que me mantengo bien, porque no me doy cuenta del paso del tiempo. Es la genética familiar".
Está encantada con su papel en la película: "Interpreto a una abuela, salgo sin maquillar y sucia, pero me ha encantado el papel porque la gente siempre me ha visto como muy puesta, y me apetecía sacar mi lado oscuro", comentó entre risas.
La actriz, en la vida real, tiene cuatro nietos y cuatro bisnietos, reconoce que le encanta ejercer de abuela y que es consentidora. "Mis hijos se enfadan conmigo, pero a mí me da igual. A ninguno de ellos, les gusta esta profesión, y siempre han vivido fuera de todo esto. Yo ahora vivo muy tranquila, rodeado de ellos, y no me planteo una nueva relación, algo me ha salido desde que me quedé viuda, pero la verdad es que no me interesa". Confesó.