América Jova acudió a la cita que tenía con los miembros de la peña periodística "El Cuarto Poder" en el ya tradicional almuerzo en el madrileño restaurante Casa Lucio al que llegó acompañada de su hija, la cantante Alaska.
En el transcurso del mismo, nos contó con gran sentido del humor y de una manera totalmente natural la gran cantidad de situaciones que tuvo que pasar a lo largo de su vida, que está llena de aventuras, y que aparecen en su libro Memorias de America. De Cuba a Alaska. Todas muy interesantes, desde su salida de Cuba para trasladarse a México, donde se casó en dos ocasiones (y donde nació Alaska, su única hija, con la que no puede estar más unida). Y de México a España, donde tanto la madre como la hija decidieron quedarse para siempre, y con el tiempo convertirse en uno de los pilares de la famosa movida. "Nunca lo entendí del todo. Me gustaba lo que hacía Olvido, porque le divertía a ella. Siempre le dije que hiciera lo que quisiera, pero que no dejase los estudios y el colegio, y así fue. Una vez que terminó, enseguida se puso a trabajar, y no ha parado", comentó entre risas.
América cuenta en el libro pasajes de su vida y habla de sus amores. "Ya están todos muy viejos, los pobres, hay uno que me quiere mucho. A lo largo de mi vida he tenido mis amores, siempre nos hemos dejado mutuamente, nunca con peleas. La verdad es que no he amado mucho, pero sí lo he pasado bien. Recuerdo que de jovencita tuve mal de amores, y cuando mi madre me vio llorar, dijo: "¿Quién ha visto a una gorda llorando?". Lo contaba muerta de risa.
Cuando habla de su hija, se le ilumina la cara. "Nunca fue rebelde, pero siempre hizo lo que quería. Jamás me dio un quebradero de cabeza". Está encantada con el matrimonio de Alaska y Mario. "Mi yerno siempre me gustó, Nos reímos mucho, sobre todo cuando ella no está, y así aprovechamos", comentó con gran sentido del humor.
A lo largo del almuerzo, dejó muy claro lo respetuosa que es, y sobre todo independiente. "Nunca me meto en nada. Me gustan los niños, pero para los demás. Nunca les he pedido que tengan hijos, eso no es cosa mía. Yo sí hubiera tenido más, con o sin marido, eso es lo de menos. Pero solo la tuve a ella".
América es una persona llena de vida, con una energía que llama la atención. "Me gustaría hacer una segunda parte de mi libro, porque faltan muchas cosas por contar. Ahora mi vida es muy tranquila, quedo con mis amigas, vamos al casino, jugamos al póker, me encanta la ropa y comprar, hay que gastar dinero cuando se tiene. Antes me fascinaban las joyas, y me encanta comprar en los chinos". Sin lugar a dudas, un libro de memorias interesante.