A punto de ser abuela, Toñi Salazar (Azúcar Moreno) ha desvelado en exclusiva para la revista Lecturas el drama que está viviendo su familia. Tres décadas después de que su difunta hermana Aurelia diese en adopción a su sobrino Enrique, el joven vuelve a vivir con su familia materna. Acompañado de su hermana Encarni y de su tía Toñi, Enrique (que padece discapacidad intelectual), ha relatado para la revista los insultos y humillaciones que recibió por parte de sus padres adoptivos, que no aceptaban sus limitaciones.
"Quiero que esta gente vea el daño que le ha hecho a su hijo", asegura Toñi Salazar. "Mi hermana entró en un pozo del que pudo salir. Dio a luz a este niño y tenía una vida tan desordenada que, por amor, tuvo que darlo en adopción. Toda la vida nos hemos acordado de él". Por su parte, Enrique recuerda en la publicación la dureza de su infancia: "Los problemas empezaron cuando empecé a ir al colegio. La cosa no iba bien, no me enteraba y les decían que tenía un nivel bastante más bajo que los demás. Mi padre me cambiaba de colegio, no aceptaban cómo era".
Tras su fracaso escolar, comenzó el verdadero calvario para Boby, como le llaman en la familia: "Mi padre empezó a ser más tirante conmigo. Me daban mucha caña, me daba la risa tonta cuando me regañaba y él entonces se cabreaba conmigo. Me asustaba y lo pasaba mal. Me sentía apartado(...) Cuando me echaron de mi trabajo me dijeron que no volviera a casa". Finalmente, se reencontró con la familia Salazar: "Sentí muchísima alegría, no me lo podía creer". "Encarni fue quien lo acogió y le dimos el calor de la familia", dice emocionada Toñi.