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Manuel Román

Lo que fue de Tony Luz tras su fugaz matrimonio con Karina

La pasión por la música fue el motor de este guitarrista afable y educado con el que merecía la pena mantener una conversación nostálgica.

La pasión por la música fue el motor de este guitarrista afable y educado con el que merecía la pena mantener una conversación nostálgica.
Tony Luz en 1980. | Wikipedia

A los setenta y cuatro años acaba de morir en Madrid, su ciudad, Antonio Luz Payer, conocido como Tony Luz en los ambientes musicales, donde fue uno de los más importantes guitarristas, que formó parte del grupo Los Pekenikes, pioneros en los años 60 de lo que viene conociéndose como pop español. Su nombre estuvo unido al de Maribel Llaudes, Karina, con quien contrajo matrimonio en 1973, de quien se separó unos años después tras un larguísimo noviazgo.

Guitarra de ritmo de los ya mencionados Pekenikes, conjunto sobre todo instrumental, aunque tuvieran alguna época en la que incorporaron a algunos vocalistas, Tony Luz fue de aquellos iniciados en los tiempos de las primeras guitarras eléctricas, a finales de los años 50. Utilizaba, entre otras, una "Fender Stratocaster", que era entonces lo mejor de lo mejor, al menos aquí, donde no era posible adquirir instrumentos con facilidad. También por su elevado precio.

Los Pekenikes grababan en la casa Hispavox. En la calle de Torrelaguna, zona norte de Madrid, tenía su sede. Y allí Tony Luz coincidió muchas veces con Karina, que era una de las figuras femeninas de aquella discográfica. Se enamoraron. Pero su boda tardaría en celebrarse. Los reporteros de la época, mediados los años 60, solíamos gastarles bromas por su prolongado noviazgo. Karina estaba en la cumbre de su carrera, su mánager era Paco Llaudes, su hermano, quien no participaba de la idea de que la pareja pasara por la vicaría. Ello podía ser un impedimento para sus planes. Y el bueno de Tony Luz, "tragaba". Hasta que impuso sus deseos de casarse.

La ceremonia tuvo lugar en el complejo hotelero que tenía José Luis Solaguren (El José Luis de sus múltiples bares y restaurantes) en la villa toledana de Illescas. Allí estuvimos invitados. Nos ha sorprendido las declaraciones que acaba de realizar Karina al diario ABC: "Nuestra unión fue más profesional que amorosa". Si ella lo dice… Pero disimulaba mal, entonces, cuando nos contaba lo contenta que se sentía al casarse con el hombre de su vida, Tony Luz. Respecto a esa unión profesional es bien cierto que él le compuso algunos de los temas más populares de Karina, como "El baúl de los recuerdos". Y también "En un mundo nuevo", tema con el que logró un segundo puesto en el Festival de Eurovisión de 1971. Estuvimos entonces en Dublín, cuando el representante de Televisión Española, nada más concluir el certamen, comentó a los miembros de nuestra delegación: "¡Uff, menos mal que no hemos ganado…!". Lo escuché perfectamente a un metro de distancia.

Tony Luz y Karina se separaron en 1975. Ya ven, dos años después de su boda, y tras un noviazgo de más de diez años. Ella tuvo luego otros maridos, un actor y un peluquero. Y él contrajo segundas nupcias con una bella secretaria rubia que trabajaba en Hispavox, hermana del cantante Enrique (el del dúo con la pequeña Ana). Tuvieron varios hijos y Tony encontró la estabilidad que se merecía. Lo recuerdo en el estudio que tenía en la calle de Arturo Soria, al lado de su domicilio, donde se dedicaba al diseño publicitario, sobre todo de portadas de discos, desarrollando así su vis artística, ya que poseía estudios de Arquitectura y dibujaba estupendamente.

Pero su pasión musical continuaba siendo un motor para su vida cotidiana. Y si dejó a los Pekenikes en 1971 no pudo sustraerse al deseo de formar otros grupos que tuvieran relación con aquellos ritmos de los años 60. En 1974 creó el grupo Zapatón, que duró tres años. En 1979 fue guitarrista y productor de Buldog, cuyo repertorio era una mezcla de rock and roll y rockabilly. Duraron hasta 1986. Aún sostenía nuevos proyectos cuando nos encontramos la última vez en una sala de Argüelles en una homenaje a José Ramón Pardo, al que estaba vinculado, encargado de las portadas de los discos de hace décadas que viene produciendo el acreditado compañero.

A Tony Luz se le podía ver algunos fines de semanas en un club, "Segundo Jazz", donde a veces se subía al escenario para con su guitarra evocar los sonidos sesenteros. Era persona tranquila, afable, educado, con el que merecía la pena mantener una conversación nostálgica del pasado musical. Hace alrededor de un año asistimos a un concierto con artistas de esa época. Y allí se reencontraron Karina y Tony Luz, saludándose cortésmente, pues no se comunicaban ya después de su divorcio. En Tony Luz destacamos su talento musical como instrumentista, también como compositor siendo, humanamente, un tipo bondadoso, al que hoy recordamos con afecto.

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