Será imposible ver una fotografía de la boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco hasta que el número de ¡Hola! dedicado a ello vea la luz. Esta es una de las razones por las que la pareja decidió celebrar el enlace a miles de kilómetros en la lujosa isla de Mustique, para así guardar su exclusiva millonaria. Es tan importante porque, como ya conocimos esta semana, la pareja se habría casado en secreto antes para poder convivir en Doha, aunque "la boda del año" merecía una exclusiva en las páginas del cuore.
A pesar de ser una boda blindada, se han conocido algunos detalles. La pareja tenía previsto darse el "sí quiero" el viernes 8 de diciembre, pero la previsión metereológica no fue favorable, así que decidieron adelantarlo todo al jueves. Algunos de los aproximadamente 60 invitados llegaron a la vecina isla de Santa Lucía, donde luego se trasladarían a Mustique. Otros sin embargo prefirieron la diversión de Miami para pasar los días previos a la boda.
El lugar elegido es una paradisíaca isla del mar Caribe de apenas 5,7 kilómetros cuadrados situada en el archipiélago de San Vicente y las Granadinas. Un lugar donde algunos famosos como Mick Jagger, Brad Pitt o Kate Moss huían para disfrutar de su tranquilidad y privacidad. El único medio de transporte para desplazarse es una flota de carritos de golf y es imposible pisarla sin que lo sepa su propietario, la Mustique Company. Los invitados se alojaron en el Firefly Hotel Mustique, un alojamiento de 5 estrellas donde también se pueden reservar villas. El lugar no es desconocido para la novia, ya que Ana pasó allí algunos momentos de su juventud porque era uno de los destinos elegidos por sus padres, Miguel Boyer e Isabel Preysler, para pasar las vacaciones.
El programa 'Socialité' de María Patiño sumó algunos datos gracias a su infiltrado en la boda. El banquete, al igual que la boda, fue muy íntimo y estaba distribuido en dos mesas alargadas de 30 invitados cada una. La ceremonia religiosa se celebró en una pequeña iglesia de bambú, la única que se encuentra en la isla y la novia solamente lució un vestido de Pronovias. El encargado de llevar a Ana al altar fue su hermano Julio José Iglesias.