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Carlos Pérez Gimeno

Los Reyes Eméritos, grandes ausentes en el velatorio de Carmen Franco

Los grandes ausentes en el último adiós a la duquesa de Franco fueron Don Juan Carlos y doña Sofía.

Los grandes ausentes en el último adiós a la duquesa de Franco fueron Don Juan Carlos y doña Sofía.
Isabel Preysler llegando al tanatorio. | EFE

Más de 500 personas se acercaron hasta el tanatorio de Servisa, en la carretera de Toledo, para rendir su último adiós a la duquesa de Franco. Los grandes ausentes fueron Don Juan Carlos y doña Sofía, que según me cuentan fuentes muy cercanas a la familia Franco, llamaron por teléfono a Carmen Martínez-Bordiú para darle el pésame por el fallecimiento de su madre.

Hubo una misa en la capilla del tanatorio, oficiada por el Cardenal José Manuel Estepa, Arzobispo Emérito Castrense y capellán de la Orden del Santo Sepulcro, de la que la duquesa de Franco poseía el título de Gran Cruz y con la que siempre estuvo muy vinculada.

Carmen Franco murió en su casa, como ella misma quiso, rodeada de sus hijos, a la edad de 91 años. Como explicó su hija Carmen no quiso someterse a ningún tratamiento para combatir el cáncer que se le diagnosticó el pasado verano.

Muy afectado se le pudo ver a su nieto Luis Alfonso de Borbón, para el que la duquesa de Franco fue una segunda madre en la época que Carmen Martínez-Bordiú se fue a vivir a Paris, tras casarse con Jean Marie Rossi.

Isabel Preysler, gran amiga de Carmen, se acercó a hasta el tanatorio para dar el pésame a la familia, al igual que José Miguel Rodríguez, con el que Carmen tuvo una relación de varios años, Nuria González, Cuqui Fierro, Beatriz de Orleans, Victoriano Valencia, que llegó acompañado de su hija Paloma Cuevas o Miriam Ungría. María Suelves, que estuvo casada con Francis Franco, llegó con su madre, la marquesa de Tamarit, Nuria March, ex mujer de Jaime Martínez- Bordiú. También estuvo Jose Toledo, recién separada de Cristóbal.

La marquesa de Taurisano, Isabel Mandaluniz, con su hija la duquesa de Veragua, que llegó acompañada de su marido Cristóbal Colón, Marqués de Santa Cruz, de la duquesa de Maura y de su gran amiga la duquesa de Montealegre, que fue de las pocas que se quedó velando toda la noche.

También se pudo ver, según la información que nos ofrecen fuentes dignas de toda solvencia, el que fuera uno de los protagonistas del 23F, Antonio Tejero, exguardia civil condenado por su participación en el golpe de estado.

La duquesa de Franco será incinerada en la más estricta intimidad según deseo de la familia y sus cenizas será depositadas en la cripta de la catedral de La Almudena, junto al que fue su marido Cristóbal Martínez-Bordiú marqués de Villaverde.

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